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Kuan Yin/es: Difference between revisions

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Si usted espera recibir perdón, entonces debe estar listo para perdonar setenta veces siete, como enseñó el Maestro Jesús. «En lo pequeño y en lo grande, la humanidad es puesta a prueba», dice Kuan Yin, «y el fanatismo que queda en la conciencia de algunos también es una falta de perdón. Los que no pueden perdonar a su prójimo porque no piensan o veneran como ellos, esos tienen la dureza de corazón que encasilla la llama del amor y también impide el flujo de la sabiduría»<ref></ref>.  
Si usted espera recibir perdón, entonces debe estar listo para perdonar setenta veces siete, como enseñó el Maestro Jesús. «En lo pequeño y en lo grande, la humanidad es puesta a prueba», dice Kuan Yin, «y el fanatismo que queda en la conciencia de algunos también es una falta de perdón. Los que no pueden perdonar a su prójimo porque no piensan o veneran como ellos, esos tienen la dureza de corazón que encasilla la llama del amor y también impide el flujo de la sabiduría»<ref></ref>.  


The mercy of the law is like a two-way street. It is the signal that you send to God and the signal that he returns. A two-way street means the give-and-take with God. If you expect mercy from God, then you must give mercy to every part of life. The fulfillment of the law of mercy must be for the ultimate liberation of each and every soul. Thus, as we forgive life, life forgives us.
La misericordia de la ley es como una calle de dos sentidos. Es la señal que enviamos a Dios y la señal que él devuelve. Una calle de dos sentidos da por sentado la reciprocidad con Dios. Si esperamos misericordia de Dios, entonces debemos ofrecer misericordia a todo cuanto tiene vida. El cumplimiento de la ley de la misericordia debe ser para la liberación suprema de todas las almas. Así, al perdonar a la vida, la vida nos perdona a nosotros.


Time and time again we have all heard the cliché, “Let bygones be bygones. Forgive and forget!” This is so true, because if you can still resurrect the memory of a wrong that has been done to you, then you have not truly forgiven. In order to forgive, the record and the memory must be dissolved from your consciousness. Kuan Yin tells us that if this is not the case, not only have you not truly forgiven, but “you have hardened your heart. You have stored the record as a squirrel with his nuts deep within the subconscious. Deep in the etheric plane, you have stored the record of that wrong. You have not released it into the flame. You have not been willing to let go and let God be free to express in those who have wronged you, in those whom you have wronged.”<ref>Kuan Yin, “A Mother’s-Eye View of the World,” ''Pearls of Wisdom'', 1982, Book II, p. ''87''.</ref>
Time and time again we have all heard the cliché, “Let bygones be bygones. Forgive and forget!” This is so true, because if you can still resurrect the memory of a wrong that has been done to you, then you have not truly forgiven. In order to forgive, the record and the memory must be dissolved from your consciousness. Kuan Yin tells us that if this is not the case, not only have you not truly forgiven, but “you have hardened your heart. You have stored the record as a squirrel with his nuts deep within the subconscious. Deep in the etheric plane, you have stored the record of that wrong. You have not released it into the flame. You have not been willing to let go and let God be free to express in those who have wronged you, in those whom you have wronged.”<ref>Kuan Yin, “A Mother’s-Eye View of the World,” ''Pearls of Wisdom'', 1982, Book II, p. ''87''.</ref>