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Kuan Yin/es: Difference between revisions

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La misericordia de la ley es como una calle de dos sentidos. Es la señal que enviamos a Dios y la señal que él devuelve. Una calle de dos sentidos da por sentado la reciprocidad con Dios. Si esperamos misericordia de Dios, entonces debemos ofrecer misericordia a todo cuanto tiene vida. El cumplimiento de la ley de la misericordia debe ser para la liberación suprema de todas las almas. Así, al perdonar a la vida, la vida nos perdona a nosotros.
La misericordia de la ley es como una calle de dos sentidos. Es la señal que enviamos a Dios y la señal que él devuelve. Una calle de dos sentidos da por sentado la reciprocidad con Dios. Si esperamos misericordia de Dios, entonces debemos ofrecer misericordia a todo cuanto tiene vida. El cumplimiento de la ley de la misericordia debe ser para la liberación suprema de todas las almas. Así, al perdonar a la vida, la vida nos perdona a nosotros.


Una y otra vez todos hemos oído el cliché, «lo pasado, pasado está. ¡Perdonar es olvidar!». Esto es muy cierto, porque si aún podemos resucitar el recuerdo de una injusticia que nos han hecho, no hemos perdonado de verdad. Para perdonar, el registro y el recuerdo deben ser disueltos de nuestra conciencia. Kuan Yin nos dice que si esto no es así, no sólo no hemos perdonado de verdad, sino que «habéis endurecido vuestro corazón. Habéis almacenado el registro como una ardilla con sus nueces en lo profundo del subconsciente. En lo profundo del plano etérico, habéis almacenado el registro de esa injusticia. No la habéis soltado para ponerla en la llama. No habéis estado dispuestos a soltar y a dejar que Dios sea libre de expresarse en aquellos que han sido injustos con vosotros, en aquellos con quienes vosotros habéis sido injustos»<ref></ref>.
Una y otra vez todos hemos oído el cliché, «lo pasado, pasado está. ¡Perdonar es olvidar!». Esto es muy cierto, porque si aún podemos resucitar el recuerdo de una injusticia que nos han hecho, no hemos perdonado de verdad. Para perdonar, el registro y el recuerdo deben ser disueltos de nuestra conciencia. Kuan Yin nos dice que si esto no es así, no sólo no hemos perdonado de verdad, sino que «habéis endurecido vuestro corazón. Habéis almacenado el registro como una ardilla con sus nueces en lo profundo del subconsciente. En lo profundo del plano etérico, habéis almacenado el registro de esa injusticia. No la habéis soltado para ponerla en la llama. No habéis estado dispuestos a soltar y a dejar que Dios sea libre de expresarse en aquellos que han sido injustos con vosotros, en aquellos con quienes vosotros habéis sido injustos»<ref>Kuan Yin, “A Mother’s-Eye View of the World (Perspectiva de una Madre sobre el mundo)”, ''Perlas de Sabiduría'', 1982, segundo libro, pág. 87.</ref>.


Una de las mejores formas de llevar a cabo este «perdonar es olvidar» totalmente es mediante el uso de la ciencia de la Palabra hablada, acompañada de visualizaciones, con un mantra del perdón escrito por El Morya en sus «Decretos de Corazón, Cabeza y Mano».
Una de las mejores formas de llevar a cabo este «perdonar es olvidar» totalmente es mediante el uso de la ciencia de la Palabra hablada, acompañada de visualizaciones, con un mantra del perdón escrito por El Morya en sus «Decretos de Corazón, Cabeza y Mano».