Jump to content

Hilarion/es: Difference between revisions

no edit summary
No edit summary
No edit summary
Line 22: Line 22:
<blockquote>Con frecuencia me sentía como las manos, los pies y el corazón de [[Special:MyLanguage/Hercules|Hércules]], luchando con las espirales descendentes de la Tierra con su ateísmo, su agnosticismo, su orgullo espiritual y su rencor contra los profetas y el Santo de Dios, que había estado hacía tan poco tiempo entre nosotros. Pero entretanto recordaba que yo había formado parte de ellos. Haber sido tan orgulloso y tan deliberado contra la voluntad de Dios grabó en mi memoria para siempre la indefensión que todos tenemos como instrumentos de Dios. Pero el gran otorgamiento de poder de la Palabra llega, amados míos, en la hora de la conversión. No es en la hora del llamado, sino en la hora de la conversión cuando el alma responde con algo profundo. Es el fluir, es el dar, es la entrega cuando, como Él dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón…”.</blockquote>
<blockquote>Con frecuencia me sentía como las manos, los pies y el corazón de [[Special:MyLanguage/Hercules|Hércules]], luchando con las espirales descendentes de la Tierra con su ateísmo, su agnosticismo, su orgullo espiritual y su rencor contra los profetas y el Santo de Dios, que había estado hacía tan poco tiempo entre nosotros. Pero entretanto recordaba que yo había formado parte de ellos. Haber sido tan orgulloso y tan deliberado contra la voluntad de Dios grabó en mi memoria para siempre la indefensión que todos tenemos como instrumentos de Dios. Pero el gran otorgamiento de poder de la Palabra llega, amados míos, en la hora de la conversión. No es en la hora del llamado, sino en la hora de la conversión cuando el alma responde con algo profundo. Es el fluir, es el dar, es la entrega cuando, como Él dijo, “dura cosa te es dar coces contra el aguijón…”.</blockquote>


<blockquote>Mi alma Lo conocía de antaño y trajo a mi mente exterior la memoria del voto interior. No era la primera vez que veía al Señor Cristo. Lo había visto antes de encarnar, y sin embargo tenía que resolver ese orgullo, ese karma en el quinto rayo de mucho aprendizaje, mucho estudio y una superioridad en la posición social e intelectual que tenía comparado con los primeros cristianos. Y así, mi propio karma que tenía encima era lo que me hacía resistirme a la llamada.<ref>{{LSR-es}}, segundo libro, págs. 171–73.</ref></blockquote>
<blockquote>Mi alma Lo conocía de antaño y trajo a mi mente exterior la memoria del voto interior. No era la primera vez que veía al Señor Cristo. Lo había visto antes de encarnar, y sin embargo tenía que resolver ese orgullo, ese karma en el quinto rayo de mucho aprendizaje, mucho estudio y una superioridad en la posición social e intelectual que tenía comparado con los primeros cristianos. Y así, mi propio karma que tenía encima era lo que me hacía resistirme a la llamada<ref>{{LSR-es}}, segundo libro, págs. 171–73.</ref>.</blockquote>


<blockquote>Mi Señor me persiguió mientras realizaba mi viaje por el camino a Damasco. Sí, amados, fui cegado, no por su luz sino por mi pecado y la alquimia de su luz penetrando en el registro del pecado en mi ser. Así, fui cambiado, convertido por el Espíritu del Señor en la plena manifestación de Jesucristo sobre mí.<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre de 1993}}</ref></blockquote>
<blockquote>Mi Señor me persiguió mientras realizaba mi viaje por el camino a Damasco. Sí, amados, fui cegado, no por su luz sino por mi pecado y la alquimia de su luz penetrando en el registro del pecado en mi ser. Así, fui cambiado, convertido por el Espíritu del Señor en la plena manifestación de Jesucristo sobre mí.<ref>Hilarión, “The Revolution of Truth (La revolución de la verdad)”, {{POWref-es|36|45|, 3 de octubre de 1993}}</ref></blockquote>