Micah/es

"Josué pasando el río Jordán con el arca de la alianza", Benjamin West (1800)

Micah es el Ángel de la Unidad, hijo del Arcángel Miguel. Micah y sus legiones prestan servicio para proteger la unidad de la conciencia Crística en toda la humanidad. Su tarea es la de amplificar la paz y la armonía de la unidad por todo el mundo.

Con los hijos de Israel

Micah fue el ángel que acompañó a los hijos de Israel en su vagar por el desierto. Se apareció a Moisés y le ayudó durante los cuarenta años de viaje de los israelitas en el desierto. Dividió el mar Rojo y concentraba la columna de fuego durante la noche; sus legiones eran la nube durante el día.

Nos podemos imaginar a Micah en esa nube de fuego blanco que acompañaba a los hijos de Israel. La corona, o halo, de luz de Micah emite una enorme concentración de luz azul, mientras que su vestidura concentra el intenso y fogoso amor rosa dentro del relámpago azul que él blande por la libertad de la humanidad.

En Valley Forge

► Artículo principal: La visión de Washington

Durante el largo invierno en Valley Forge, Micah se apareció a George Washington en una visión de tres grandes peligros que sobrevendrían a la nación de los Estados Unidos: la Guerra Revolucionaria, la Guerra entre los Estados y un tercer conflicto mundial. Según el relato de Anthony Sherman sobre esta visión, Washington contó que se le mostró a los habitantes de los Estados Unidos «en formación de guerra unos contra otros. Cuando seguí mirando vi un ángel resplandeciente, sobre cuya frente descansaba una corona de luz, sobre la cual estaba inscrita la palabra “Unión”, llevando la bandera americana que él colocó entre la nación dividida, y dijo: “Recordad que sois hermanos”. Instantáneamente, los habitantes, soltando sus armas, se hicieron amigos de nuevo y se unieron alrededor de la bandera».

Su servicio hoy

Micah protege la unión de los cincuenta estados de los Estados Unidos de América y el destino de la nación. Aparece trayendo la herencia de los patriarcas de la Ley, los patrones de la vida y los patriotas de todas las épocas. Sostiene el concepto de la unión de los hijos de Israel regresados. Micah, el Espíritu de Unidad, ha mantenido a los Estados Unidos como una nación de cincuenta estados soberanos.

Micah nos dice: «Dependéis totalmente del poder invencible de Dios que hace latir vuestro corazón. Por tanto, vuestro corazón debería pulsar con el corazón de los ángeles en el cósmico latido de la unidad». Usted puede pedir a Micah y sus ángeles de unidad que caminen a su lado y le ayuden a superar los obstáculos de su unidad interior y de su unidad con los demás. Pídale que ponga su Presencia Electrónica sobre usted. Invítele a que le acompañe y que le enseñe qué se siente al ser acunado en la llama de la unidad.

Micah dijo una vez que todo individuo debe «estar en guardia a cada momento en su propia puerta para mantener su casa dulce y su corazón como una entrada para la alabanza, donde la gloria de la unidad sea preferida por encima de todo lo demás». Para estar en guardia y proteger la unidad, debemos empezar con nosotros mismos y luego pasar al círculo de nuestras comunidades y nuestros países. Como Gandhi dijo una vez: «Vosotros debéis ser el cambio que deseáis ver en el mundo».

Las fuentes de la desunión a escala nacional no serán eliminadas de la noche a la mañana. Se necesita un trabajo concertado. Se necesitan llamados continuos al Arcángel Miguel y a su hijo, Micah. Se necesita muchísima llama violeta para transmutar los registros y los sufrimientos y las heridas del pasado.

Podemos realizar un gran servicio por el mundo si concentramos nuestras oraciones y nuestros decretos de llama violeta en las situaciones de discordia. También debemos ser ejemplo de la llama de la unidad y de la comunidad, justo donde nos encontramos.

Micah ha patrocinado una «Meditación por la Unidad» que podemos hacer para producir la resolución de cualquier situación de conflicto. El «Ritual para la Creación de la Nube» de Saint Germain también puede ser de muchísima eficacia para resolver tanto los problemas personales como los del mundo.

Véase también

Arcángel Miguel

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Micah”.