Original sin/es: Difference between revisions

From TSL Encyclopedia
(Created page with "Lo que hizo la iglesia romana con su doctrina del pecado original es condenar a toda la raza humana al fracaso excepto a través de la gracia salvadora de Jesucristo, que es u...")
No edit summary
 
(63 intermediate revisions by 2 users not shown)
Line 1: Line 1:
<languages />
<languages />
Para apoyar sus decretos oficiales que elevaban a [[Jesús]] a su estatura única como Dios, la jerarquía de la iglesia cristiana primitiva desarrolló varias doctrinas corolarias. Uno de ellos es la doctrina del '' 'pecado original' ''. Esta doctrina, tal como se enseña ahora en la Iglesia Católica Romana, establece que como resultado de la caída de Adán, todo miembro de la raza humana nace con un defecto moral hereditario y está sujeto a la muerte. Debido a esta mancha heredada del pecado, ningún hombre es capaz de lograr su decencia o su destino sin un acto salvador de Dios. Esto se logra, según la iglesia romana, mediante la muerte y resurrección de Jesucristo.  
Para apoyar sus decretos oficiales que elevaban a [[Special:MyLanguage/Jesus|Jesús]] a su estatura única como Dios, la jerarquía de la iglesia cristiana primitiva desarrolló varias doctrinas corolarias. Uno de ellos es la doctrina del '' 'pecado original' ''. Esta doctrina, tal como se enseña ahora en la Iglesia Católica Romana, establece que como resultado de la caída de Adán, todo miembro de la raza humana nace con un defecto moral hereditario y está sujeto a la muerte. Debido a esta mancha heredada del pecado, ningún hombre es capaz de lograr su decencia o su destino sin un acto salvador de Dios. Esto se logra, según la iglesia romana, mediante la muerte y resurrección de Jesucristo.  


Lo que hizo la iglesia romana con su doctrina del pecado original es condenar a toda la raza humana al fracaso excepto a través de la gracia salvadora de Jesucristo, que es una ley que no es una ley de Dios y no puede cumplirse como ellos lo han declarado.
Lo que hizo la iglesia romana con su doctrina del pecado original es condenar a toda la raza humana al fracaso excepto a través de la gracia salvadora de Jesucristo, que es una ley que no es una ley de Dios y no puede cumplirse como ellos lo han declarado.


== Origins of the doctrine ==
== Orígenes de la doctrina ==


[[File:Simone Martini 003.jpg|thumb|upright|Saint Augustine, by Simone Martini (1320–1325)]]
[[File:Simone Martini 003.jpg|thumb|upright|San Agustín, de Simone Martini (1320-1325)]]


For the most part, there is barely a trace of the concept of original sin among the early apostolic fathers, who believed that no sin could prevent man from choosing good over evil by his own free will.  
En su mayor parte, apenas hay rastro del concepto de pecado original entre los primeros padres apostólicos, quienes creían que ningún pecado podía impedir que el hombre eligiera el bien sobre el mal por su propia voluntad.  


Early theologians had toyed with the idea that man’s wretched state of affairs is somehow related to the Fall of [[Adam and Eve]] in the [[Garden of Eden|Garden]]. But it was Saint Augustine (<small>A</small>.<small>D</small>. 354–430) who fashioned it into what remains a cornerstone of Christian theology—original sin.   
Los primeros teólogos habían jugado con la idea de que el lamentable estado de cosas del hombre está relacionado de alguna manera con la Caída de [[Special:MyLanguage/Adam and Eve|Adán y Eva]] en el [[Special:MyLanguage/Garden of Eden|Jardín]]. Pero fue San Agustín (<small>A</small>.<small>C</small>. 354–430) quien lo convirtió en lo que sigue siendo una piedra angular de la teología cristiana: el pecado original.   


Bad things happen to good people because all people are bad by nature, Augustine argued, and the only chance for them to overcome this natural wickedness is to access God’s grace through the Church. As Augustine wrote, “No one will be good who was not first of all wicked.<ref>Augustine, ''City of God'' 15.1, in Schaff, Philip, ed., ''A Select Library of Nicene and PostNicene Fathers of the Christian Church'', 1st ser. (Reprint. Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans Publishing, 1979–80), 2:285.</ref>
A las personas buenas les suceden cosas malas porque todas las personas son malas por naturaleza, argumentó Agustín, y la única oportunidad que tienen para superar esta iniquidad natural es acceder a la gracia de Dios a través de la Iglesia. Como escribió Agustín, "Nadie será bueno si no fue primero que todo malvado".<ref>Agustín, '' Ciudad de Dios '' 15.1, en Schaff, Philip, ed., ''A Select Library of Nicene and PostNicene Padres de la Iglesia Cristiana'', 1er ser. (Reimpresión. Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing, 1979–80), 2:285.</ref>


Although the Church has since rejected some of Augustine’s arguments, the Catholic catechism still tells us: “We cannot tamper with the revelation of original sin without undermining the mystery of Christ.<ref>''Catechism of the Catholic Church'' 389, p. 98.</ref> Original sin is linked so closely with Christ, the Church argues, because it is Christ who liberates us from original sin.   
Aunque desde entonces la Iglesia ha rechazado algunos de los argumentos de Agustín, el catecismo católico todavía nos dice: "No podemos alterar la revelación del pecado original sin socavar el misterio de Cristo". <ref> "Catecismo de la Iglesia Católica" 389, pag. 98. </ref> El pecado original está tan estrechamente ligado a Cristo, sostiene la Iglesia, porque es Cristo quien nos libera del pecado original.   


Adam and Eve, Augustine believed, lived in a state of physical immortality. They would neither have died nor grown old if they had not tasted the forbidden fruit and thus lost the privilege of God’s grace. After their Fall, people began to experience suffering, old age and death.   
Agustín creía que Adán y Eva vivían en un estado de inmortalidad física. No habrían muerto ni envejecido si no hubieran probado el fruto prohibido y así hubieran perdido el privilegio de la gracia de Dios. Después de su Caída, la gente comenzó a experimentar sufrimiento, vejez y muerte.   


According to Augustine, when Christ came he offered people the chance to be restored to the state of grace. He would act as mediator between the Father and a disobedient creation. Although Christ’s intercession would not save them from physical death, it would allow them to return to the state of physical immortality through the bodily resurrection. Grace wouldn’t stop bad things from happening to them on earth, but it would guarantee their immortality after death.   
Según Agustín, cuando Cristo vino, ofreció a las personas la oportunidad de ser restauradas al estado de gracia. Actuaría como mediador entre el Padre y una creación desobediente. Aunque la intercesión de Cristo no los salvaría de la muerte física, les permitiría regresar al estado de inmortalidad física a través de la resurrección corporal. La gracia no evitaría que les pasaran cosas malas en la tierra, pero garantizaría su inmortalidad después de la muerte.   


The most important implication of original sin is that because we are descended from Adam, we bear his permanently flawed nature. “Man ... does not have it in his power to be good,” writes Augustine.<ref>Augustine, ''On Free Choice of the Will'' 3.18, quoted in T. Kermit Scott, ''Augustine: His Thought in Context'' (New York: Paulist Press, 1995), pp. 136–37.</ref> He believed that we are no more capable of doing good than a monkey is of speaking. We can do good through grace alone.  
La implicación más importante del pecado original es que debido a que somos descendientes de Adán, cargamos con su naturaleza defectuosa permanentemente. "El hombre ... no tiene el poder de ser bueno", escribe Augustine. <ref>Augustine, ''On Free Choice of the Will'' 3.18, citado en T. Kermit Scott, ''Augustine: His Thought in Context'' (Nueva York: Paulist Press, 1995), págs. 136-37.</ref> Creía que no somos más capaces de hacer el bien de lo que lo es un mono de hablar. Podemos hacer el bien solo a través de la gracia.  


== Augustine’s views on sex ==
== Puntos de vista de Agustín sobre el sexo ==


Augustine’s take on sex has also left a deep mark on our civilization. He, more than anyone else, was responsible for the idea that sex is inherently evil. He called it the most visible indication of man’s fallen state. As scholar Elaine Pagels puts it, he saw sexual desire as the “proof” of and “penalty” for original sin.<ref>Elaine Pagels, ''Adam, Eve, and the Serpent'' (New York: Random House, 1988), p. 112.</ref>
La visión de Agustín sobre el sexo también ha dejado una profunda huella en nuestra civilización. Él, más que nadie, fue el responsable de la idea de que el sexo es inherentemente malo. Lo llamó la indicación más visible del estado caído del hombre. Como dice la erudita Elaine Pagels, él vio el deseo sexual como la "prueba" y el "castigo" por el pecado original.<ref>Elaine Pagels, '' Adam, Eve, and the Serpent '' (Nueva York: Random House, 1988), pag. 112.</ref>


Through the centuries, many groups such as the Stoics, Pythagoreans and Neoplatonists had taught that control of the sexual impulse helped the soul to break the chains of bondage to the body. But Augustine took the extreme view that sex, even in marriage, is evil.  
A lo largo de los siglos, muchos grupos como los estoicos, pitagóricos y neoplatónicos habían enseñado que el control del impulso sexual ayudaba al alma a romper las cadenas de la esclavitud del cuerpo. Pero Agustín adoptó el punto de vista extremo de que el sexo, incluso en el matrimonio, es malo.  


According to Augustine, sexual desire, even that which leads to procreation, is evil. Lust and death entered the world at the same time, Augustine believed. Adam would never have died if he hadn’t sinned. And the punishment for his sin was not only to grow old and die but also to experience uncontrollable lust. Sexual desire was thus the direct result of this Fall.   
Según Agustín, el deseo sexual, incluso el que conduce a la procreación, es malo. La lujuria y la muerte entraron al mundo al mismo tiempo, creía Agustín. Adán nunca habría muerto si no hubiera pecado. Y el castigo por su pecado no fue solo envejecer y morir, sino también experimentar una lujuria incontrolable. El deseo sexual fue, pues, el resultado directo de esta Caída.   


Augustine believed that all of Adam’s descendants are tainted by his lust. As he put it, Adam’s “carnal concupiscence” (lust) corrupted “all who come of his stock.” In other words, one man’s lust makes all babies sinners.<ref>Augustine, ''On the Merits and Forgiveness of Sins, and on the Baptism of Infants'' 1.10, in ''Nicene and PostNicene Fathers'', 5:19.</ref>
Agustín creía que todos los descendientes de Adán estaban manchados por su lujuria. Como él mismo dijo, la "concupiscencia carnal" (lujuria) de Adán corrompió a "todos los que provienen de su estirpe". En otras palabras, la lujuria de un hombre convierte a todos los bebés en pecadores.<ref>Augustine, ''On the Merits and Forgiveness of Sins, and on the Baptism of Infants'' 1.10, in ''Nicene and PostNicene Fathers'', 5:19.</ref>


Through this teaching comes the idea that marriage, procreation and babies themselves are tainted by original sin. By telling us that we are born sinners because we are conceived through the sexual act, the Church is putting every one of us under a weight of condemnation. This guilt affects us at subconscious levels and burdens many Catholics and former Catholics, not to mention some Protestants who absorbed it through the thought of Martin Luther and John Calvin, leaders of the Protestant Reformation.   
A través de esta enseñanza surge la idea de que el matrimonio, la procreación y los bebés mismos están contaminados por el pecado original. Al decirnos que nacemos pecadores porque fuimos concebidos a través del acto sexual, la Iglesia nos está poniendo a cada uno de nosotros bajo el peso de la condenación. Esta culpa nos afecta a niveles subconscientes y agobia a muchos católicos y ex católicos, sin mencionar a algunos protestantes que la absorbieron a través del pensamiento de Martín Lutero y Juan Calvino, líderes de la Reforma Protestante.   


When the Church exempts Jesus from original sin, it distances him even further from the rest of us. By saying that we are sinners and that Jesus never was, it robs us of our potential to become Sons of God as we walk in the footsteps of Christ.   
Cuando la Iglesia exime a Jesús del pecado original, lo aleja aún más del resto de nosotros. Al decir que somos pecadores y que Jesús nunca lo fue, nos roba nuestro potencial para convertirnos en Hijos de Dios mientras caminamos en las huellas de Cristo.   


[[File:Tizian 091.jpg|thumb|''Adam and Eve'', Titian (c. 1550)]]
[[File:Tizian 091.jpg|thumb|''Adán y Eva'', Tiziano (c. 1550)]]


== Inheriting Adam’s sin ==
== Heredar el pecado de Adán ==


Augustine found the chief scriptural support for his doctrine in Romans 5:12. In the modern New Revised Standard translation, the verse reads: “Sin came into the world through one man, and death came through sin, and so death spread to all because all have sinned.  
Agustín encontró el principal apoyo bíblico para su doctrina en Romanos 5:12. En la nueva traducción estándar revisada moderna, el versículo dice: "El pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y la muerte vino por el pecado, y así la muerte se extendió a todos porque todos pecaron".   


But Augustine’s version of this verse contained a mistranslation. Augustine didn’t read Greek, the original language of the New Testament, so he used a Latin translation now called the Vulgate. It renders the last half of the verse as “and so death spread to all men, through one man, in whom all men sinned.<ref>Rom. 5:12, quoted in Pelikan, ''The Emergence of the Catholic Tradition'', p. 299.</ref> He concluded that “in whom” referred to Adam and that somehow all people had sinned when Adam sinned.   
Pero la versión de Agustín de este versículo contenía una mala traducción. Agustín no leyó griego, el idioma original del Nuevo Testamento, por lo que usó una traducción latina que ahora se llama Vulgata. Traduce la última mitad del versículo como “y así la muerte se extendió a todos los hombres, por un solo hombre, en quien todos pecaron”.<ref>Rom. 5:12, citado en Pelikan, "El surgimiento de la tradición católica", p. 299.</ref> Concluyó que "en quién" se refería a Adán y que de alguna manera todas las personas habían pecado cuando Adán pecó.   


He made Adam a kind of corporate personality who contained the nature of all future men, which he transmitted through his semen. Augustine wrote: “We all were in that one man.” Even though we didn’t yet have physical form, “already the seminal nature was there from which we were to be propagated.<ref>Augustine, ''City of God'' 13.14, in ''Nicene and PostNicene Fathers'', 1st ser., 2:251.</ref>
Hizo de Adán una especie de personalidad corporativa que contenía la naturaleza de todos los hombres futuros, que transmitía a través de su semen. Agustín escribió: "Todos estábamos en ese hombre". Aunque todavía no teníamos forma física, “ya estaba allí la naturaleza seminal de la cual íbamos a ser propagados”.<ref>Agustín, ''Ciudad de Dios'' 13.14, en ''Padres Nicenos y Post Nicenos'', ser., 2:251.</ref>


Thus all of Adam’s descendants are both corrupt and condemned because they were present inside of him (as semen) when he sinned. Augustine described the sin as something that is “contracted”<ref>Augustine, ''Against Julian'' 3.3, trans. Matthew A. Schumacher, ''The Fathers of the Church'', vol. 35 (Washington, D.C.: Catholic University of America Press, 1957), p. 113.</ref> and passed through the human race like a venereal disease. Jesus was exempt from original sin since, according to the orthodox, he was conceived without semen.   
Por lo tanto, todos los descendientes de Adán son corruptos y están condenados porque estaban presentes dentro de él (como semen) cuando pecó. Agustín describió el pecado como algo que está "contraído"<ref>Agustín, "Contra Julián" 3.3, trad. Matthew A. Schumacher, "Los padres de la Iglesia", vol. 35 (Washington, D.C .: Prensa de la Universidad Católica de América, 1957), pág. 113.</ref> y pasó por la raza humana como una enfermedad venérea. Jesús estaba exento del pecado original ya que, según los ortodoxos, fue concebido sin semen.   


Augustine concluded that as a result of Adam’s sin, the entire human race is a “train of evil” headed for the “destruction of the second death.<ref>Augustine, ''City of God'' 13.14, in ''Nicene and PostNicene Fathers'', 1st ser., 2:251. See also Rev. 21:8.</ref> Except, of course, those who manage to access God’s grace through the Church.  
Agustín concluyó que, como resultado del pecado de Adán, toda la raza humana es un "tren de maldad" que se dirige a la "destrucción de la muerte segunda". <ref>Agustín, "Ciudad de Dios" 13.14, en "Nicea". and PostNicene Fathers '', 1ra ser., 2:251. Ver también Apocalipsis 21: 8.</ref> Excepto, por supuesto, aquellos que logran acceder a la gracia de Dios a través de la Iglesia  


== The Synod of Orange ==
== El Sínodo de Orange ==


In the fifth century original sin became the center of a controversy that was eventually settled in 529 by the Synod of Orange. The synod decreed that Adam’s sin corrupted the body and soul of the whole human race; sin and death are a result of Adam’s disobedience. The synod also declared that because of sin, man’s free will is so weakened that “no one is able to love God as he ought, or believe in God, or do anything for God which is good, except the grace of divine mercy comes first to him.” They stated that by the grace that comes through the sacrament of [[baptism]], all men, if they work at it, can be saved. Thus, grace and not human merit was primary to salvation.  
En el siglo V, el pecado original se convirtió en el centro de una controversia que finalmente fue resuelta en 529 por el Sínodo de Orange. El sínodo decretó que el pecado de Adán corrompió el cuerpo y el alma de toda la raza humana; el pecado y la muerte son el resultado de la desobediencia de Adán. El sínodo también declaró que debido al pecado, el libre albedrío del hombre está tan debilitado que “nadie puede amar a Dios como debe, ni creer en Dios, ni hacer nada bueno por Dios, a menos que la gracia de la misericordia divina venga primero. a él." Afirmaron que por la gracia que viene a través del sacramento del [[Special:MyLanguage/baptism|bautismo]], todos los hombres, si trabajan en ello, pueden ser salvos. Por lo tanto, la gracia y no el mérito humano fue primordial para la salvación.  


There was a lot at stake in the outcome of the debate on original sin. The controversy threatened to undermine the role of the Church in the life of the communicant. The Church taught that baptism was the way in which the faithful were initiated into the Church and introduced to grace, and that a life of grace was sustained by the sacraments. If the sacrament of baptism was no longer necessary to wash away original sin and to attain salvation, then the Church and its clergy would be expendable.  
Había mucho en juego en el resultado del debate sobre el pecado original. La controversia amenazaba con socavar el papel de la Iglesia en la vida del comulgante. La Iglesia enseñó que el bautismo era la forma en que los fieles eran iniciados en la Iglesia y se les presentaba la gracia, y que los sacramentos sostenían una vida de gracia. Si el sacramento del bautismo ya no fuera necesario para lavar el pecado original y alcanzar la salvación, entonces la Iglesia y su clero serían prescindibles.  


Catholics today believe that even though the sacrament of baptism washes away original sin, there still remains in man the tendency to sin. This is a self-contradiction. Of what power is the baptism of Jesus Christ without it being fully able to deliver us from the sense of sin?  
Los católicos de hoy creen que aunque el sacramento del bautismo lava el pecado original, todavía permanece en el hombre la tendencia al pecado. Esta es una auto-contradicción. ¿De qué poder es el bautismo de Jesucristo sin que sea plenamente capaz de librarnos del sentido del pecado?  


Today’s ''Catholic Encyclopedia'' says under its entry on “Original Sin” that “the term ''original sin'' designates a condition of guilt, weakness, or debility found in human beings historically..., prior to their own free option for good or evil.... This is a state of being rather than a human act or its consequence.”<ref>C. J. Peter, “Original Sin,” in ''New Catholic Encyclopedia'' (New York: McGraw Hill, 1967), p. 777.</ref>
La ''Enciclopedia Católica'' de hoy dice bajo su entrada sobre "Pecado original" que "el término ''pecado original'' designa una condición de culpa, debilidad o debilidad encontrada en los seres humanos históricamente ..., antes de su propia libertad opción por el bien o el mal ... Este es un estado del ser más que un acto humano o su consecuencia.”<ref>C. J. Peter, “Original Sin”, en ''New Catholic Encyclopedia'' (Nueva York: McGraw Hill, 1967), pág. 777.</ref>


== A larger perspective on the Fall of man ==
== Una perspectiva más amplia sobre la caída del hombre ==


El hombre y la mujer, andróginos en el núcleo de fuego blanco de su inocencia, conocían la plenitud en la conciencia edénica. Debido al abuso de la Llama Crística, perdieron su plenitud y se vieron desnudos ante el SEÑOR Dios. Así, el pecado original de los [[Special:MyLanguage/Luciferian|luciferinos]], que provocó la primera caída de la humanidad y después la Caída de Adán y Eva, fue el abuso de la [[Special:MyLanguage/threefold flame|llama trina]]: la perversión de Padre, Hijo y Espíritu Santo.   
El hombre y la mujer, andróginos en el núcleo de fuego blanco de su inocencia, conocían la plenitud en la conciencia edénica. Debido al abuso de la Llama Crística, perdieron su plenitud y se vieron desnudos ante el S<small>EÑOR</small> Dios. Así, el pecado original de los [[Special:MyLanguage/Luciferian|luciferinos]], que provocó la primera caída de la humanidad y después la Caída de Adán y Eva, fue el abuso de la [[Special:MyLanguage/threefold flame|llama trina]]: la perversión de Padre, Hijo y Espíritu Santo.   


Inmediatamente, el abuso de la llama trina por parte de Adán y Eva formó una espiral negativa que produjo el cinturón electrónico. El núcleo de fuego blanco de la pureza (la fuente de energía en la Materia, el origen de la llama trina) se selló en el chakra de la Madre, protegido por [[Special:MyLanguage/Cherubim|querubines]] «y una [[Special:MyLanguage/sword|espada]] encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del Árbol de la Vida».<ref>Génesis 3:24.</ref>   
Inmediatamente, el abuso de la llama trina por parte de Adán y Eva formó una espiral negativa que produjo el cinturón electrónico. El núcleo de fuego blanco de la pureza (la fuente de energía en la Materia, el origen de la llama trina) se selló en el chakra de la Madre, protegido por [[Special:MyLanguage/Cherubim|querubines]] «y una [[Special:MyLanguage/sword|espada]] encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del Árbol de la Vida».<ref>Génesis 3:24.</ref>   
Line 68: Line 68:
La pérdida de la plenitud mediante el abuso de la trinidad masculina de la energía de Dios fue lo que relegó al hombre y la mujer a la esfera de la Materia. Al haber perdido la pureza de su contacto con su polaridad interior del Espíritu, ya no tuvieron la conciencia andrógina de Dios en la llama trina. Debido a esta pérdida de plenitud, dejaron de ser capaces de procrear mediante la proyección de rayos de luz, como lo practicaban las evoluciones de [[Special:MyLanguage/Venua (the planet)|Venus]] que estaban más avanzadas, las cuales no habían descendido del [[Special:MyLanguage/etheric plane|plano etérico]].   
La pérdida de la plenitud mediante el abuso de la trinidad masculina de la energía de Dios fue lo que relegó al hombre y la mujer a la esfera de la Materia. Al haber perdido la pureza de su contacto con su polaridad interior del Espíritu, ya no tuvieron la conciencia andrógina de Dios en la llama trina. Debido a esta pérdida de plenitud, dejaron de ser capaces de procrear mediante la proyección de rayos de luz, como lo practicaban las evoluciones de [[Special:MyLanguage/Venua (the planet)|Venus]] que estaban más avanzadas, las cuales no habían descendido del [[Special:MyLanguage/etheric plane|plano etérico]].   


== The search for wholeness ==
== La búsqueda de la integridad ==


A menos que el hombre y la mujer, hijo e hija, contengan en el corazón una llama trina equilibrada como foco de la esfera del Espíritu de su propia identidad Divina, no pueden experimentar, y en efecto no experimentan, la naturaleza andrógina de Dios en el plano de la Materia. La pérdida de la plenitud en la Materia por parte de Adán y Eva dio como resultado el karma del deseo de Eva por su marido y el deseo de Adán por su mujer. Así, se necesitan dos en la Materia para experimentar la totalidad del Dios Padre-Madre.   
A menos que el hombre y la mujer, hijo e hija, contengan en el corazón una llama trina equilibrada como foco de la esfera del Espíritu de su propia identidad Divina, no pueden experimentar, y en efecto no experimentan, la naturaleza andrógina de Dios en el plano de la Materia. La pérdida de la plenitud en la Materia por parte de Adán y Eva dio como resultado el karma del deseo de Eva por su marido y el deseo de Adán por su mujer. Así, se necesitan dos en la Materia para experimentar la totalidad del Dios Padre-Madre.   
Line 80: Line 80:
Los siete sacramentos de la Iglesia y el octavo sacramento de la ley de la integración son un medio por el cual el hombre y la mujer pueden expiar los abusos de los siete rayos. En el hombre y la mujer redimidos, la relación sexual se convierte en un ritual sagrado perteneciente al sacramento del matrimonio. Este ritual se puede purificar limpiando la mancha del pecado original de desobediencia, así como del pecado secundario de la profanación lujuriosa de este ritual, restaurando la conciencia Crística en el hombre y la mujer.   
Los siete sacramentos de la Iglesia y el octavo sacramento de la ley de la integración son un medio por el cual el hombre y la mujer pueden expiar los abusos de los siete rayos. En el hombre y la mujer redimidos, la relación sexual se convierte en un ritual sagrado perteneciente al sacramento del matrimonio. Este ritual se puede purificar limpiando la mancha del pecado original de desobediencia, así como del pecado secundario de la profanación lujuriosa de este ritual, restaurando la conciencia Crística en el hombre y la mujer.   


== The divine reunion ==
== El reencuentro divino ==


Cuando las siete iniciaciones de los siete chakras han sido superadas y los treinta y tres pasos han sido realizados, el hombre y la mujer regresan a la plenitud del Uno interior. Cuando ambos están libres de la separación del Todo y han entrado en ese estado de plenitud, su deseo ya no está basado en lo incompleto, sino que es tan solo ese deseo santo que proviene de la unidad con el Dios Padre-Madre.   
Cuando las siete iniciaciones de los siete chakras han sido superadas y los treinta y tres pasos han sido realizados, el hombre y la mujer regresan a la plenitud del Uno interior. Cuando ambos están libres de la separación del Todo y han entrado en ese estado de plenitud, su deseo ya no está basado en lo incompleto, sino que es tan solo ese deseo santo que proviene de la unidad con el Dios Padre-Madre.   
Line 88: Line 88:
Este amado Hijo de Dios nació de la unión santificada del alma de María con el Espíritu de Dios a través del iniciado más alto del Espíritu Santo, [[Special:MyLanguage/Saint Germain|Saint Germain]] (encarnado como José). Jesús fue el fruto de la mujer redimida. María se había convertido en Ma-Ray, el rayo de la Madre. Ella había pasado la [[Special:MyLanguage/test of the ten|prueba del diez]], que Eva había fallado. Su virginidad era obediencia al Cristo interior y al [[Special:MyLanguage/Cosmic Christ|Cristo Cósmico]]. Él le envió a ella instrucciones e iniciaciones, primero por medio de sus devotos padres, Ana y Joaquín, y por medio de sus hermanas en el templo esenio, donde recibió su primera preparación, y después por medio del [[Special:MyLanguage/Gabriel|Arcángel Gabriel]].   
Este amado Hijo de Dios nació de la unión santificada del alma de María con el Espíritu de Dios a través del iniciado más alto del Espíritu Santo, [[Special:MyLanguage/Saint Germain|Saint Germain]] (encarnado como José). Jesús fue el fruto de la mujer redimida. María se había convertido en Ma-Ray, el rayo de la Madre. Ella había pasado la [[Special:MyLanguage/test of the ten|prueba del diez]], que Eva había fallado. Su virginidad era obediencia al Cristo interior y al [[Special:MyLanguage/Cosmic Christ|Cristo Cósmico]]. Él le envió a ella instrucciones e iniciaciones, primero por medio de sus devotos padres, Ana y Joaquín, y por medio de sus hermanas en el templo esenio, donde recibió su primera preparación, y después por medio del [[Special:MyLanguage/Gabriel|Arcángel Gabriel]].   


== The virgin birth ==
== El nacimiento virginal ==


{{main|Virgin birth}}
{{main|Virgin birth}}
Line 100: Line 100:
Si fuera cierto que Jesús era puro porque su madre, María, no tuvo contacto sexual con su padre, nosotros jamás podríamos ser puros. La malinterpretación del nacimiento virgen de Jesús es una mentira de los luciferinos que hace que los niños de Dios sigan condenándose a sí mismos y hace que los farisaicos sigan condenando a quienes están obligados a tener relaciones sexuales para traer niños al mundo.
Si fuera cierto que Jesús era puro porque su madre, María, no tuvo contacto sexual con su padre, nosotros jamás podríamos ser puros. La malinterpretación del nacimiento virgen de Jesús es una mentira de los luciferinos que hace que los niños de Dios sigan condenándose a sí mismos y hace que los farisaicos sigan condenando a quienes están obligados a tener relaciones sexuales para traer niños al mundo.


== The real original sin ==
== El verdadero pecado original ==


The ascended masters teach that the [[fallen angel]]s are the original sinners, who committed the original sin against God by challenging the [[Divine Mother]] and the [[Divine Manchild]]. They have led the children of God into paths of sinfulness in order to convince them that they are “sinners” and hence, unworthy to follow in the footsteps of Jesus Christ.  
Los maestros ascendidos enseñan que los [[Special:MyLanguage/fallen angel|ángeles caídos]] son los pecadores originales, que cometieron el pecado original contra Dios al desafiar a la [[Special:MyLanguage/Divine Mother|Madre Divina]] y al [[Special:MyLanguage/Divine Manchild|Divino Varón]]. Han llevado a los hijos de Dios por caminos de pecaminosidad para convencerlos de que son “pecadores” y, por lo tanto, indignos de seguir los pasos de Jesucristo.  


Los luciferinos postularon la mentira de que el sexo es el pecado original con el fin de mantener la luz de la humanidad velada en la conciencia de pecado, para mantener su atención (por consiguiente, la fuerza serpentina) constantemente centrada en el sexo como el fruto prohibido. Los luciferinos no querían que la humanidad supiera que lo que les provocó la caída fue su rechazo al Cristo. Porque si la humanidad lo supiera, podría aceptar la redención de Jesucristo, del Ser Crístico y del Iniciador Señor Maitreya, y así lo haría. Por tanto, la humanidad volvería a la gloria que conoció en el principio, antes de que el mundo existiera.   
Los luciferinos postularon la mentira de que el sexo es el pecado original con el fin de mantener la luz de la humanidad velada en la conciencia de pecado, para mantener su atención (por consiguiente, la [[Special:MyLanguage/Kundalini|fuerza serpentina]]) constantemente centrada en el sexo como el fruto prohibido. Los luciferinos no querían que la humanidad supiera que lo que les provocó la caída fue su rechazo al Cristo. Porque si la humanidad lo supiera, podría aceptar la redención de Jesucristo, del Ser Crístico y del Iniciador Señor Maitreya, y así lo haría. Por tanto, la humanidad volvería a la gloria que conoció en el principio, antes de que el mundo existiera.   


The fallen angels have kept from the children of God the true understanding that God has endowed each of them with the Divine Image; instead they have taught them that they are forever stained by “original sin” and can never become Christlike or realize their own Christ potential. The fallen angels have thus promulgated the false doctrine that because the children of God are sinners, they can only be saved by grace, dispensed by the Church, thereby denying the necessity for each one to “work the works of him that sent me,” as Jesus declared of his own mission.<ref>John 9:4.</ref>  
Los ángeles caídos han ocultado a los hijos de Dios el verdadero entendimiento de que Dios ha dotado a cada uno de ellos con la Imagen Divina; en lugar de eso, les han enseñado que están manchados para siempre por el “pecado original” y que nunca podrán llegar a ser semejantes a Cristo ni darse cuenta de su propio potencial crístico. Los ángeles caídos han promulgado así la falsa doctrina de que porque los hijos de Dios son pecadores, solo pueden ser salvos por la gracia, dispensada por la Iglesia, negando así la necesidad de que cada uno "haga las obras del que me envió". como Jesús declaró de su propia misión.<ref>Juan 9:4.</ref>  


God has called us to forsake the sinful life of the fallen angels and to put behind us the sense of forever being sinners. This is made possible by the grace of Jesus Christ, which restores our oneness with him and with our own inner Christ potential. This grace affords us the opportunity to atone for our misdeeds and mistakes and pursue our own path of individual Christhood.   
Dios nos ha llamado a abandonar la vida pecaminosa de los ángeles caídos y dejar atrás la sensación de ser pecadores para siempre. Esto es posible gracias a la gracia de Jesucristo, que restaura nuestra unidad con él y con nuestro propio potencial crístico interior. Esta gracia nos brinda la oportunidad de expiar nuestras fechorías y errores y seguir nuestro propio camino de cristianismo individual.   


== The unreality of original sin ==
== La irrealidad del pecado original ==


Many years ago, the [[Goddess of Liberty]] pronounced the fiat that original sin has no ultimate reality, since its origin is not in God:  
Hace muchos años, la [[Special:MyLanguage/Goddess of Liberty|Diosa de la Libertad]] pronunció el mandato de que el pecado original no tiene una realidad última, ya que su origen no está en Dios:  


<blockquote>You have heard, beloved ones, of the doctrine of original sin. I am the spokesman for the [[Karmic Board]], and I tell you, beloved ones, there is no such thing as original sin; for God did not create it, the Cosmic Masters did not create it, and I think that it never has been created. Original sin, beloved ones, is a figment of the human imagination. That which is original is purity, it is the law of life, it is the law of eternal perfection, and it is that which was intended to act in the world of man as it acts in the universe.<ref>Goddess of Liberty, April 1, 1962.</ref></blockquote>
<blockquote> Queridos míos, habéis oído hablar de la doctrina del pecado original. Soy el portavoz del [[Special:MyLanguage/Karmic Board|Consejo Kármico]], y les digo, amados, que no existe el pecado original; porque Dios no lo creó, los Maestros Cósmicos no lo crearon, y creo que nunca ha sido creado. El pecado original, amados, es una invención de la imaginación humana. Lo que es original es la pureza, es la ley de la vida, es la ley de la perfección eterna, y es lo que estaba destinado a actuar en el mundo del hombre como actúa en el universo.<ref>Diosa de la Libertad, 1 de abril de 1962.</ref></blockquote>


And [[Mother Mary]] brings the vision of our origin as not being in sin, but in God:  
Y [[Special:MyLanguage/Mother Mary|Madre María]] trae la visión de nuestro origen no estando en el pecado, sino en Dios:  


<blockquote>O beloved ones, it does not matter when the moment comes as long as it comes swiftly for you to declare, “Behold, I am begotten of the Lord!” Let that statement cancel out the record of condemnation of original sin upon your soul, and know that the origin of your being is in the immaculate conception of [[Alpha and Omega]]. This is your original life, this is your original virtue, this is your original love; and God loves you with that purity that he loved you with in the hour of your soul’s conception in the heart of the Great Central Sun.<ref>Mother Mary, October 26, 1977.</ref></blockquote>
<blockquote>Oh amados, no importa cuando llegue el momento, siempre y cuando llegue rápidamente para que digan: "¡He aquí, soy engendrado del Señor!" Deje que esa declaración anule el registro de condenación del pecado original sobre su alma, y sepa que el origen de su ser está en la inmaculada concepción de [[Special:MyLanguage/Alpha and Omega|Alfa y Omega]]. Esta es tu vida original, esta es tu virtud original, este es tu amor original; y Dios te ama con esa pureza con la que te amó en la hora de la concepción de tu alma en el corazón del Gran Sol Central.<ref>Madre María, 26 de octubre de 1977.</ref></blockquote>


== Véase también ==
== Véase también ==
Line 126: Line 126:
[[Special:MyLanguage/ascension|Ascensión]]
[[Special:MyLanguage/ascension|Ascensión]]


[[Special"MyLanguage/Baptism|Bautismo]]
[[Special:MyLanguage/Baptism|Bautismo]]


== Para más información ==
== Para más información ==

Latest revision as of 03:46, 14 October 2021

Other languages:

Para apoyar sus decretos oficiales que elevaban a Jesús a su estatura única como Dios, la jerarquía de la iglesia cristiana primitiva desarrolló varias doctrinas corolarias. Uno de ellos es la doctrina del 'pecado original' . Esta doctrina, tal como se enseña ahora en la Iglesia Católica Romana, establece que como resultado de la caída de Adán, todo miembro de la raza humana nace con un defecto moral hereditario y está sujeto a la muerte. Debido a esta mancha heredada del pecado, ningún hombre es capaz de lograr su decencia o su destino sin un acto salvador de Dios. Esto se logra, según la iglesia romana, mediante la muerte y resurrección de Jesucristo.

Lo que hizo la iglesia romana con su doctrina del pecado original es condenar a toda la raza humana al fracaso excepto a través de la gracia salvadora de Jesucristo, que es una ley que no es una ley de Dios y no puede cumplirse como ellos lo han declarado.

Orígenes de la doctrina

San Agustín, de Simone Martini (1320-1325)

En su mayor parte, apenas hay rastro del concepto de pecado original entre los primeros padres apostólicos, quienes creían que ningún pecado podía impedir que el hombre eligiera el bien sobre el mal por su propia voluntad.

Los primeros teólogos habían jugado con la idea de que el lamentable estado de cosas del hombre está relacionado de alguna manera con la Caída de Adán y Eva en el Jardín. Pero fue San Agustín (A.C. 354–430) quien lo convirtió en lo que sigue siendo una piedra angular de la teología cristiana: el pecado original.

A las personas buenas les suceden cosas malas porque todas las personas son malas por naturaleza, argumentó Agustín, y la única oportunidad que tienen para superar esta iniquidad natural es acceder a la gracia de Dios a través de la Iglesia. Como escribió Agustín, "Nadie será bueno si no fue primero que todo malvado".[1]

Aunque desde entonces la Iglesia ha rechazado algunos de los argumentos de Agustín, el catecismo católico todavía nos dice: "No podemos alterar la revelación del pecado original sin socavar el misterio de Cristo". [2] El pecado original está tan estrechamente ligado a Cristo, sostiene la Iglesia, porque es Cristo quien nos libera del pecado original.

Agustín creía que Adán y Eva vivían en un estado de inmortalidad física. No habrían muerto ni envejecido si no hubieran probado el fruto prohibido y así hubieran perdido el privilegio de la gracia de Dios. Después de su Caída, la gente comenzó a experimentar sufrimiento, vejez y muerte.

Según Agustín, cuando Cristo vino, ofreció a las personas la oportunidad de ser restauradas al estado de gracia. Actuaría como mediador entre el Padre y una creación desobediente. Aunque la intercesión de Cristo no los salvaría de la muerte física, les permitiría regresar al estado de inmortalidad física a través de la resurrección corporal. La gracia no evitaría que les pasaran cosas malas en la tierra, pero garantizaría su inmortalidad después de la muerte.

La implicación más importante del pecado original es que debido a que somos descendientes de Adán, cargamos con su naturaleza defectuosa permanentemente. "El hombre ... no tiene el poder de ser bueno", escribe Augustine. [3] Creía que no somos más capaces de hacer el bien de lo que lo es un mono de hablar. Podemos hacer el bien solo a través de la gracia.

Puntos de vista de Agustín sobre el sexo

La visión de Agustín sobre el sexo también ha dejado una profunda huella en nuestra civilización. Él, más que nadie, fue el responsable de la idea de que el sexo es inherentemente malo. Lo llamó la indicación más visible del estado caído del hombre. Como dice la erudita Elaine Pagels, él vio el deseo sexual como la "prueba" y el "castigo" por el pecado original.[4]

A lo largo de los siglos, muchos grupos como los estoicos, pitagóricos y neoplatónicos habían enseñado que el control del impulso sexual ayudaba al alma a romper las cadenas de la esclavitud del cuerpo. Pero Agustín adoptó el punto de vista extremo de que el sexo, incluso en el matrimonio, es malo.

Según Agustín, el deseo sexual, incluso el que conduce a la procreación, es malo. La lujuria y la muerte entraron al mundo al mismo tiempo, creía Agustín. Adán nunca habría muerto si no hubiera pecado. Y el castigo por su pecado no fue solo envejecer y morir, sino también experimentar una lujuria incontrolable. El deseo sexual fue, pues, el resultado directo de esta Caída.

Agustín creía que todos los descendientes de Adán estaban manchados por su lujuria. Como él mismo dijo, la "concupiscencia carnal" (lujuria) de Adán corrompió a "todos los que provienen de su estirpe". En otras palabras, la lujuria de un hombre convierte a todos los bebés en pecadores.[5]

A través de esta enseñanza surge la idea de que el matrimonio, la procreación y los bebés mismos están contaminados por el pecado original. Al decirnos que nacemos pecadores porque fuimos concebidos a través del acto sexual, la Iglesia nos está poniendo a cada uno de nosotros bajo el peso de la condenación. Esta culpa nos afecta a niveles subconscientes y agobia a muchos católicos y ex católicos, sin mencionar a algunos protestantes que la absorbieron a través del pensamiento de Martín Lutero y Juan Calvino, líderes de la Reforma Protestante.

Cuando la Iglesia exime a Jesús del pecado original, lo aleja aún más del resto de nosotros. Al decir que somos pecadores y que Jesús nunca lo fue, nos roba nuestro potencial para convertirnos en Hijos de Dios mientras caminamos en las huellas de Cristo.

Adán y Eva, Tiziano (c. 1550)

Heredar el pecado de Adán

Agustín encontró el principal apoyo bíblico para su doctrina en Romanos 5:12. En la nueva traducción estándar revisada moderna, el versículo dice: "El pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y la muerte vino por el pecado, y así la muerte se extendió a todos porque todos pecaron".

Pero la versión de Agustín de este versículo contenía una mala traducción. Agustín no leyó griego, el idioma original del Nuevo Testamento, por lo que usó una traducción latina que ahora se llama Vulgata. Traduce la última mitad del versículo como “y así la muerte se extendió a todos los hombres, por un solo hombre, en quien todos pecaron”.[6] Concluyó que "en quién" se refería a Adán y que de alguna manera todas las personas habían pecado cuando Adán pecó.

Hizo de Adán una especie de personalidad corporativa que contenía la naturaleza de todos los hombres futuros, que transmitía a través de su semen. Agustín escribió: "Todos estábamos en ese hombre". Aunque todavía no teníamos forma física, “ya estaba allí la naturaleza seminal de la cual íbamos a ser propagados”.[7]

Por lo tanto, todos los descendientes de Adán son corruptos y están condenados porque estaban presentes dentro de él (como semen) cuando pecó. Agustín describió el pecado como algo que está "contraído"[8] y pasó por la raza humana como una enfermedad venérea. Jesús estaba exento del pecado original ya que, según los ortodoxos, fue concebido sin semen.

Agustín concluyó que, como resultado del pecado de Adán, toda la raza humana es un "tren de maldad" que se dirige a la "destrucción de la muerte segunda". [9] Excepto, por supuesto, aquellos que logran acceder a la gracia de Dios a través de la Iglesia

El Sínodo de Orange

En el siglo V, el pecado original se convirtió en el centro de una controversia que finalmente fue resuelta en 529 por el Sínodo de Orange. El sínodo decretó que el pecado de Adán corrompió el cuerpo y el alma de toda la raza humana; el pecado y la muerte son el resultado de la desobediencia de Adán. El sínodo también declaró que debido al pecado, el libre albedrío del hombre está tan debilitado que “nadie puede amar a Dios como debe, ni creer en Dios, ni hacer nada bueno por Dios, a menos que la gracia de la misericordia divina venga primero. a él." Afirmaron que por la gracia que viene a través del sacramento del bautismo, todos los hombres, si trabajan en ello, pueden ser salvos. Por lo tanto, la gracia y no el mérito humano fue primordial para la salvación.

Había mucho en juego en el resultado del debate sobre el pecado original. La controversia amenazaba con socavar el papel de la Iglesia en la vida del comulgante. La Iglesia enseñó que el bautismo era la forma en que los fieles eran iniciados en la Iglesia y se les presentaba la gracia, y que los sacramentos sostenían una vida de gracia. Si el sacramento del bautismo ya no fuera necesario para lavar el pecado original y alcanzar la salvación, entonces la Iglesia y su clero serían prescindibles.

Los católicos de hoy creen que aunque el sacramento del bautismo lava el pecado original, todavía permanece en el hombre la tendencia al pecado. Esta es una auto-contradicción. ¿De qué poder es el bautismo de Jesucristo sin que sea plenamente capaz de librarnos del sentido del pecado?

La Enciclopedia Católica de hoy dice bajo su entrada sobre "Pecado original" que "el término pecado original designa una condición de culpa, debilidad o debilidad encontrada en los seres humanos históricamente ..., antes de su propia libertad opción por el bien o el mal ... Este es un estado del ser más que un acto humano o su consecuencia.”[10]

Una perspectiva más amplia sobre la caída del hombre

El hombre y la mujer, andróginos en el núcleo de fuego blanco de su inocencia, conocían la plenitud en la conciencia edénica. Debido al abuso de la Llama Crística, perdieron su plenitud y se vieron desnudos ante el SEÑOR Dios. Así, el pecado original de los luciferinos, que provocó la primera caída de la humanidad y después la Caída de Adán y Eva, fue el abuso de la llama trina: la perversión de Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Inmediatamente, el abuso de la llama trina por parte de Adán y Eva formó una espiral negativa que produjo el cinturón electrónico. El núcleo de fuego blanco de la pureza (la fuente de energía en la Materia, el origen de la llama trina) se selló en el chakra de la Madre, protegido por querubines «y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del Árbol de la Vida».[11]

La pérdida de la plenitud mediante el abuso de la trinidad masculina de la energía de Dios fue lo que relegó al hombre y la mujer a la esfera de la Materia. Al haber perdido la pureza de su contacto con su polaridad interior del Espíritu, ya no tuvieron la conciencia andrógina de Dios en la llama trina. Debido a esta pérdida de plenitud, dejaron de ser capaces de procrear mediante la proyección de rayos de luz, como lo practicaban las evoluciones de Venus que estaban más avanzadas, las cuales no habían descendido del plano etérico.

La búsqueda de la integridad

A menos que el hombre y la mujer, hijo e hija, contengan en el corazón una llama trina equilibrada como foco de la esfera del Espíritu de su propia identidad Divina, no pueden experimentar, y en efecto no experimentan, la naturaleza andrógina de Dios en el plano de la Materia. La pérdida de la plenitud en la Materia por parte de Adán y Eva dio como resultado el karma del deseo de Eva por su marido y el deseo de Adán por su mujer. Así, se necesitan dos en la Materia para experimentar la totalidad del Dios Padre-Madre.

La necesidad de plenitud, el anhelo que siente el alma por la conciencia andrógina del Edén, produce el deseo en la Materia. El deseo por Dios y por la reunión con Dios como Padre o como Madre es un deseo santo. La manifestación de este deseo se convierte, por tanto, en un componente necesario de la procreación fuera del Jardín del Edén.

El Génesis (4:1) dice que Adán conoció a su mujer por primera vez. La relación sexual no es el pecado original. El pecado original es el abandono de la conciencia Crística por desobediencia al Ser Crístico interior individualizado y a la Presencia del Cristo Universal manifestada en el Gurú. La procreación a través del sexo es solo una entre una variedad de condiciones de la alianza adánica, condiciones relativas a la vida del hombre caído y la mujer caída fuera del Jardín del Edén.

El sexo, por tanto, tal como se practica actualmente en la Tierra, es el efecto y no la causa del pecado original. El sexo no es pecaminoso en sí mismo. Pero la humanidad ha convertido los abusos del fuego sagrado con el sexo en el mayor de los pecados desde su descenso de la gracia del jardín. Lo ha hecho al profanar voluntariamente el fuego sagrado en todos los centros sagrados de la percepción Divina (los chakras), al satisfacer las lujurias de la carne desobedeciendo los Diez Mandamientos.

Los siete sacramentos de la Iglesia y el octavo sacramento de la ley de la integración son un medio por el cual el hombre y la mujer pueden expiar los abusos de los siete rayos. En el hombre y la mujer redimidos, la relación sexual se convierte en un ritual sagrado perteneciente al sacramento del matrimonio. Este ritual se puede purificar limpiando la mancha del pecado original de desobediencia, así como del pecado secundario de la profanación lujuriosa de este ritual, restaurando la conciencia Crística en el hombre y la mujer.

El reencuentro divino

Cuando las siete iniciaciones de los siete chakras han sido superadas y los treinta y tres pasos han sido realizados, el hombre y la mujer regresan a la plenitud del Uno interior. Cuando ambos están libres de la separación del Todo y han entrado en ese estado de plenitud, su deseo ya no está basado en lo incompleto, sino que es tan solo ese deseo santo que proviene de la unidad con el Dios Padre-Madre.

En esta unión no hay pecado. Es la representación de la reunión divina, del matrimonio alquímico del alma con el Espíritu. Antes de la ascensión, esta reunión divina puede expresarse entre el hombre y la mujer con la unión de corazón, alma, cuerpo y mente para gloria de Dios en los siete chakras. De esta unión ya no surge «una clase de hombre» (las genealogías de la mente carnal o la descendencia de la carne), sino los arquetipos de la conciencia Crística, de los cuales conocemos al más alto, que es Jesucristo.

Este amado Hijo de Dios nació de la unión santificada del alma de María con el Espíritu de Dios a través del iniciado más alto del Espíritu Santo, Saint Germain (encarnado como José). Jesús fue el fruto de la mujer redimida. María se había convertido en Ma-Ray, el rayo de la Madre. Ella había pasado la prueba del diez, que Eva había fallado. Su virginidad era obediencia al Cristo interior y al Cristo Cósmico. Él le envió a ella instrucciones e iniciaciones, primero por medio de sus devotos padres, Ana y Joaquín, y por medio de sus hermanas en el templo esenio, donde recibió su primera preparación, y después por medio del Arcángel Gabriel.

El nacimiento virginal

Main article: Virgin birth

Puesto que el pecado original no es el sexo en sí mismo, el nacimiento virgen sigue siendo un nacimiento virgen con o sin la relación sexual. La conciencia virgen de María es la elevación de la esfera blanca de la Madre que, en el hombre y la mujer no redimidos, permanece encerrada en el chakra de la base de la columna.

Cuando esa luz de la Madre se eleva, restablece la luz de la Trinidad en cada chakra; sucesivamente, regenera la llama trina equilibrada en el corazón, resucita la plenitud de Alfa y Omega como núcleo de fuego blanco en los siete planos de conciencia de Dios y encierra esa esfera en el tercer ojo, al completar el caduceo.

A través de esa espiral de energía, santificada y purificada por el Cuerpo (la Materia) y la Sangre (el Espíritu) de Cristo, que «antes que Abraham fuera, YO SOY», el Hijo de Dios se convirtió en la Palabra encarnada: Jesucristo había nacido.

Si fuera cierto que Jesús era puro porque su madre, María, no tuvo contacto sexual con su padre, nosotros jamás podríamos ser puros. La malinterpretación del nacimiento virgen de Jesús es una mentira de los luciferinos que hace que los niños de Dios sigan condenándose a sí mismos y hace que los farisaicos sigan condenando a quienes están obligados a tener relaciones sexuales para traer niños al mundo.

El verdadero pecado original

Los maestros ascendidos enseñan que los ángeles caídos son los pecadores originales, que cometieron el pecado original contra Dios al desafiar a la Madre Divina y al Divino Varón. Han llevado a los hijos de Dios por caminos de pecaminosidad para convencerlos de que son “pecadores” y, por lo tanto, indignos de seguir los pasos de Jesucristo.

Los luciferinos postularon la mentira de que el sexo es el pecado original con el fin de mantener la luz de la humanidad velada en la conciencia de pecado, para mantener su atención (por consiguiente, la fuerza serpentina) constantemente centrada en el sexo como el fruto prohibido. Los luciferinos no querían que la humanidad supiera que lo que les provocó la caída fue su rechazo al Cristo. Porque si la humanidad lo supiera, podría aceptar la redención de Jesucristo, del Ser Crístico y del Iniciador Señor Maitreya, y así lo haría. Por tanto, la humanidad volvería a la gloria que conoció en el principio, antes de que el mundo existiera.

Los ángeles caídos han ocultado a los hijos de Dios el verdadero entendimiento de que Dios ha dotado a cada uno de ellos con la Imagen Divina; en lugar de eso, les han enseñado que están manchados para siempre por el “pecado original” y que nunca podrán llegar a ser semejantes a Cristo ni darse cuenta de su propio potencial crístico. Los ángeles caídos han promulgado así la falsa doctrina de que porque los hijos de Dios son pecadores, solo pueden ser salvos por la gracia, dispensada por la Iglesia, negando así la necesidad de que cada uno "haga las obras del que me envió". como Jesús declaró de su propia misión.[12]

Dios nos ha llamado a abandonar la vida pecaminosa de los ángeles caídos y dejar atrás la sensación de ser pecadores para siempre. Esto es posible gracias a la gracia de Jesucristo, que restaura nuestra unidad con él y con nuestro propio potencial crístico interior. Esta gracia nos brinda la oportunidad de expiar nuestras fechorías y errores y seguir nuestro propio camino de cristianismo individual.

La irrealidad del pecado original

Hace muchos años, la Diosa de la Libertad pronunció el mandato de que el pecado original no tiene una realidad última, ya que su origen no está en Dios:

Queridos míos, habéis oído hablar de la doctrina del pecado original. Soy el portavoz del Consejo Kármico, y les digo, amados, que no existe el pecado original; porque Dios no lo creó, los Maestros Cósmicos no lo crearon, y creo que nunca ha sido creado. El pecado original, amados, es una invención de la imaginación humana. Lo que es original es la pureza, es la ley de la vida, es la ley de la perfección eterna, y es lo que estaba destinado a actuar en el mundo del hombre como actúa en el universo.[13]

Y Madre María trae la visión de nuestro origen no estando en el pecado, sino en Dios:

Oh amados, no importa cuando llegue el momento, siempre y cuando llegue rápidamente para que digan: "¡He aquí, soy engendrado del Señor!" Deje que esa declaración anule el registro de condenación del pecado original sobre su alma, y sepa que el origen de su ser está en la inmaculada concepción de Alfa y Omega. Esta es tu vida original, esta es tu virtud original, este es tu amor original; y Dios te ama con esa pureza con la que te amó en la hora de la concepción de tu alma en el corazón del Gran Sol Central.[14]

Véase también

Virgin birth

Ascensión

Bautismo

Para más información

Elizabeth Clare Prophet, Reencarnacion: El eslabon perdido del Cristianismo, capítulo 20.

Mark Prophet y Elizabeth Clare Prophet, El Sendero del Cristo Universal, págs. 134–40.

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, El sendero de la autotransformación, págs. 143–50.

Fuentes

Elizabeth Clare Prophet, 10 de diciembre de 1988.

Elizabeth Clare Prophet, Reencarnacion: El eslabon perdido del Cristianismo, págs. 225–27, 374, 228–29.

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, El sendero de la autotransformación, págs. 145–49.

Pearls of Wisdom, vol. 33, no. 41, October 21, 1990, endnote.

Mark Prophet y Elizabeth Clare Prophet, El Sendero del Cristo Universal, págs. 137–38, 139–40.

  1. Agustín, Ciudad de Dios 15.1, en Schaff, Philip, ed., A Select Library of Nicene and PostNicene Padres de la Iglesia Cristiana, 1er ser. (Reimpresión. Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing, 1979–80), 2:285.
  2. "Catecismo de la Iglesia Católica" 389, pag. 98.
  3. Augustine, On Free Choice of the Will 3.18, citado en T. Kermit Scott, Augustine: His Thought in Context (Nueva York: Paulist Press, 1995), págs. 136-37.
  4. Elaine Pagels, Adam, Eve, and the Serpent (Nueva York: Random House, 1988), pag. 112.
  5. Augustine, On the Merits and Forgiveness of Sins, and on the Baptism of Infants 1.10, in Nicene and PostNicene Fathers, 5:19.
  6. Rom. 5:12, citado en Pelikan, "El surgimiento de la tradición católica", p. 299.
  7. Agustín, Ciudad de Dios 13.14, en Padres Nicenos y Post Nicenos, 1ª ser., 2:251.
  8. Agustín, "Contra Julián" 3.3, trad. Matthew A. Schumacher, "Los padres de la Iglesia", vol. 35 (Washington, D.C .: Prensa de la Universidad Católica de América, 1957), pág. 113.
  9. Agustín, "Ciudad de Dios" 13.14, en "Nicea". and PostNicene Fathers , 1ra ser., 2:251. Ver también Apocalipsis 21: 8.
  10. C. J. Peter, “Original Sin”, en New Catholic Encyclopedia (Nueva York: McGraw Hill, 1967), pág. 777.
  11. Génesis 3:24.
  12. Juan 9:4.
  13. Diosa de la Libertad, 1 de abril de 1962.
  14. Madre María, 26 de octubre de 1977.