John the Baptist/es: Difference between revisions

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El maestro ascendido Juan el Bautista dice:  
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<blockquote>There must be a meeting ground for heaven and earth, and that is the place of the heart. Your heart is the receiver of God, of Christed ones; and the womb of the Divine Mother is the recipient of the seed of Alpha for the birth of the [[Divine Manchild]]. Therefore, as Christed ones, welcome the King of kings and Lord of lords into your heart! As flames of the Divine Mother, cherish the incarnation of the Christ!</blockquote>
<blockquote>Debe existir un punto de encuentro entre el cielo y la tierra, y ese punto es el lugar del corazón. Vuestro corazón es el receptor de Dios, de los seres Crísticos; y el vientre de la Madre Divina es el recipiente de la semilla de Alfa para que nazca el Divino Varón. Por tanto, como seres Crísticos, ¡dad la bienvenida al Rey de reyes y Señor de señores en vuestro corazón! ¡Como llamas de la Madre Divina, atesorad la encarnación del Cristo!</blockquote>


<blockquote>It is the materialization of the God flame that we pursue to make earth a haven of light that all mankind might know the kingdom of God within and without, the conformity of sacred law.<ref>John the Baptist, “The Proclamation of the Heralds of All Time,” {{POWref|19|22|, May 30, 1976}}</ref></blockquote>
<blockquote>It is the materialization of the God flame that we pursue to make earth a haven of light that all mankind might know the kingdom of God within and without, the conformity of sacred law.<ref>John the Baptist, “The Proclamation of the Heralds of All Time,” {{POWref|19|22|, May 30, 1976}}</ref></blockquote>

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Elijah taken up in a chariot of fire, with Elisha watching, Giovanni Battista Piazzetta

El maestro ascendido Juan el Bautista tuvo dos encarnaciones de las que hay constancia en la Biblia: el profeta del Antiguo Testamento Elías y Juan el Bautista del Nuevo Testamento. El propio Jesús declaró que Juan el Bautista era Elías venido de nuevo.Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content

Elías y Eliseo

La historia de Elías el tisbita y su discípulo Eliseo (una anterior encarnación de Jesús) se encuentra en el libro de Reyes, donde la ascensión de Elías se describe de esta forma: «Un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Después de que Eliseo presenciara la ascensión de su instructor, asumió «el manto de Elías que se le había caído» y golpeó las aguas del Jordán. Cuando las aguas se separaron y Eliseo pasó entre ellas, los hijos de los profetas vieron que el espíritu de Elías descansaba sobre Eliseo. Desde ese momento, Eliseo hizo muchos milagros, hazañas de alquimia proféticas del triunfo de su Espíritu sobre la materia durante su última encarnación como Jesús. Los relatos en los que Eliseo cura las aguas, multiplica el aceite de la viuda, abre el vientre de la sunamita y después resucita a su hijo de los muertos, la multiplicación de los panes de cebada y la curación de Naamán de lepra constan en el segundo libro de Reyes junto con otras demostraciones de la Ley por parte de este «Hombre de Dios».

Juan el Bautista, Guercino (1641)

Juan el Bautista

Después de ascender, Elías recibió la dispensación casi exclusiva que le capacitó para reencarnar; y así volvió como Juan el Bautista para «preparar el camino del Señor». Estuvo dispuesto a tomar forma carnal y permitió ser sacrificado a manos de Herodes, con el fin de ayudar a su discípulo a cumplir su misión.

La relación de Jesús y Juan el Bautista es una historia de gran devoción, amor y respeto, hermosa de contemplar y que apenas tiene igual. Es la historia de la relación gurú-chela, maestro-discípulo. Siendo el gran y humilde instructor que era, Juan dijo acerca de Jesús: «Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content; porque en su corazón él llevaba el gran deseo Divino de que Jesús lo superara en logro y en servicio. Quería permanecer en el trasfondo, ver la gloria, el pleno manto de su conciencia ascendida, en Jesús. Después de su vida como Juan el Bautista, volvió al estado ascendido.

Su servicio hoy

El maestro ascendido Juan el Bautista dice:

Debe existir un punto de encuentro entre el cielo y la tierra, y ese punto es el lugar del corazón. Vuestro corazón es el receptor de Dios, de los seres Crísticos; y el vientre de la Madre Divina es el recipiente de la semilla de Alfa para que nazca el Divino Varón. Por tanto, como seres Crísticos, ¡dad la bienvenida al Rey de reyes y Señor de señores en vuestro corazón! ¡Como llamas de la Madre Divina, atesorad la encarnación del Cristo!

It is the materialization of the God flame that we pursue to make earth a haven of light that all mankind might know the kingdom of God within and without, the conformity of sacred law.[1]

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Elijah (John the Baptist).”

  1. John the Baptist, “The Proclamation of the Heralds of All Time,” Pearls of Wisdom, vol. 19, no. 22, May 30, 1976.