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Esto es el estado templado de la mediocridad que Jesús desdeñó cuando dijo: «Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca» . Precisamente por eso la evolución económica de la humanidad según Marx y Lenin no puede conducir jamás a la conclusión divina: la autotrascendencia según la ley del amor, la Ley del Uno, que autocontiene la verdadera Trinidad —poder, sabiduría y amor— como la tríada del ser de todo hombre y mujer.<ref>{{SGA-es | Esto es el estado templado de la mediocridad que Jesús desdeñó cuando dijo: «Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca»<ref>Apocalipsis 3:16.</ref>. Precisamente por eso la evolución económica de la humanidad según Marx y Lenin no puede conducir jamás a la conclusión divina: la autotrascendencia según la ley del amor, la Ley del Uno, que autocontiene la verdadera Trinidad —poder, sabiduría y amor— como la tríada del ser de todo hombre y mujer.<ref>{{SGA-es}}, págs. 310-12.</ref> | ||
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Latest revision as of 23:15, 9 January 2024
Esto es el estado templado de la mediocridad que Jesús desdeñó cuando dijo: «Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca»[1]. Precisamente por eso la evolución económica de la humanidad según Marx y Lenin no puede conducir jamás a la conclusión divina: la autotrascendencia según la ley del amor, la Ley del Uno, que autocontiene la verdadera Trinidad —poder, sabiduría y amor— como la tríada del ser de todo hombre y mujer.[2]
- ↑ Apocalipsis 3:16.
- ↑ Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Saint Germain Sobre Alquimia: Fórmulas para la autotransformation, págs. 310-12.