Lord of the World/es: Difference between revisions

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En ''La apertura del séptimo sello'', Sanat Kumara contó la historia de cómo devotos venusinos se ofrecieron a fin de acompañarle y encarnar entre los seres humanos para ayudarle a guardar la llama:  
En ''La apertura del séptimo sello'', Sanat Kumara contó la historia de cómo devotos venusinos se ofrecieron a fin de acompañarle y encarnar entre los seres humanos para ayudarle a guardar la llama:  


<blockquote>«La alegría de la oportunidad se mezclaba con la tristeza causada por la separación. Yo había optado por un exilio voluntario en una estrella oscura. Y aunque su destino era ser la Estrella de la Libertad, todos sabían que para mí sería una noche oscura del alma muy larga. Entonces, súbitamente de los valles y las montañas apareció una gran reunión de mis hijos. Eran las almas de los ciento cuarenta y cuatro mil acercándose a nuestro palacio de luz. Se acercaron más y más en espirales, en como doce compañías, cantando la canción de libertad, de amor y de victoria... Venus y yo, al mirar por el balcón, vimos la decimotercera compañía vestida de blanco. Era el real sacerdocio de la Orden de Melquisedec...</blockquote>
<blockquote>La alegría de la oportunidad se mezclaba con la tristeza causada por la separación. Yo había optado por un exilio voluntario en una estrella oscura. Y aunque su destino era ser la Estrella de la Libertad, todos sabían que para mí sería una noche oscura del alma muy larga. Entonces, súbitamente de los valles y las montañas apareció una gran reunión de mis hijos. Eran las almas de los ciento cuarenta y cuatro mil acercándose a nuestro palacio de luz. Se acercaron más y más en espirales, en como doce compañías, cantando la canción de libertad, de amor y de victoria... Venus y yo, al mirar por el balcón, vimos la decimotercera compañía vestida de blanco. Era el real sacerdocio de la Orden de Melquisedec...</blockquote>


Cuando todos sus efectivos se hubieron reunido, anillo tras anillo tras anillo, rodeando nuestra casa, y su himno de alabanza y adoración hacia mí hubo concluido, su portavoz se puso ante el balcón para dirigirse a nosotros en nombre de la gran multitud. Era el alma de aquel a quien hoy conocéis y amáis como el Señor del Mundo, Gautama Buda. Y se dirigió a nosotros, diciendo: "Oh Anciano de Días, hemos sabido de la alianza que Dios ha hecho contigo hoy y de tu compromiso para guardar la llama de la vida hasta que algunos de entre las evoluciones de la Tierra sean acelerados y renueven una vez más su voto de ser portadores de la llama. Oh Anciano de Días, para nosotros eres nuestro Gurú, nuestra vida, nuestro Dios. No te dejaremos sin consuelo. Iremos contigo.<ref>{{OSS-es}}, capítulo 2.</ref></blockquote>
Cuando todos sus efectivos se hubieron reunido, anillo tras anillo tras anillo, rodeando nuestra casa, y su himno de alabanza y adoración hacia mí hubo concluido, su portavoz se puso ante el balcón para dirigirse a nosotros en nombre de la gran multitud. Era el alma de aquel a quien hoy conocéis y amáis como el Señor del Mundo, Gautama Buda. Y se dirigió a nosotros, diciendo: "Oh Anciano de Días, hemos sabido de la alianza que Dios ha hecho contigo hoy y de tu compromiso para guardar la llama de la vida hasta que algunos de entre las evoluciones de la Tierra sean acelerados y renueven una vez más su voto de ser portadores de la llama. Oh Anciano de Días, para nosotros eres nuestro Gurú, nuestra vida, nuestro Dios. No te dejaremos sin consuelo. Iremos contigo.<ref>{{OSS-es}}, capítulo 2.</ref></blockquote>

Revision as of 22:52, 8 April 2020

El oficio jerárquico del Señor del Mundo está investido con la máxima autoridad de la Deidad en beneficio de un planeta y sus evoluciones. Por recomendación de los Señores del Karma, el que ocupa este cargo es seleccionado por los Logos Solares entre aquellos que han pasado las iniciaciones búdicas y que son calificados bajo las leyes de la jerarquía como los iniciados más avanzados de determinado mundo en particular.

El Señor del Mundo recibe el arquetipo divino para el mundo del Vigilante Silencioso planetario y protege la llama trina en nombre de los ángeles, los elementales y los hombres, con la intención de servir para exteriorizar la llama del Cristo en los planos del Espíritu y la Materia. También enfoca todos los planos de la conciencia de Dios, incluidos los de los cinco rayos secretos. Dominando tanto los planos internos (los planos de los cinco rayos secretos o pasivos) como los planos externos (los planos de los siete rayos o rayos activos) del Gran Cuerpo Causal, mantiene el equilibrio de la paz en los cuatro cuerpos inferiores del planeta.

El Buda Gautama, el Señor del Mundo actual

El Buda Gautama ocupa el cargo de Señor del Mundo (el "Dios de la Tierra" de Apocalipsis 11:4). Recientemente sucedió a Sanat Kumara, quien había ocupado ese cargo durante decenas de miles de años. Éste es el cargo de gobierno más alto de la jerarquía espiritual para el planeta, y sin embargo el Señor Gautama es el más humilde de los Maestros Ascendidos.

A niveles internos sustenta la llama trina, la chispa divina, para aquellas corrientes de vida que han perdido el contacto directo con su propia Presencia YO SOY y que han hecho tanto karma negativo que son incapaces de magnetizar la Luz suficiente de la Divinidad para sostener la encarnación física de su alma sobre la Tierra. A través de un hilo de filigrana de luz que conecta su corazón con el corazón de todos los niños de Dios, el Señor Gautama nutre la llama titilante de la Vida que debería arder en el altar de cada corazón con una mayor intensidad de amor, sabiduría y poder, alimentada por la conciencia Crística de cada uno.

Sanat Kumara, el Señor del Mundo anterior

El Buda Gautama recibió el manto de Señor del Mundo el 1 de enero de 1956 de Sanat Kumara, jerarca del planeta Venus, quien había ocupado el mismo cargo desde las horas más oscuras de la historia de la Tierra. Conocido como el Anciano de días, Sanat Kumara vino como voluntario a la Tierra hace miles de años, cuando los consejos cósmicos habían decretado la disolución del planeta. Tanto se había desviado la humanidad de la ley cósmica, que los Señores Solares habían decidido que no se le daría otra oportunidad a la humanidad, la cual obstinadamente había desdeñado y olvidado la Llama de Dios que está dentro del corazón. El requisito de la Ley para salvar la Tierra fue que alguien que tuviera las cualidades del "Cordero" encarnado estuviera presente en la octava física a fin de mantener el equilibrio y guardar la llama trina de la Vida por y para toda alma viviente. Sanat Kumara se ofreció para ser esa persona.

En La apertura del séptimo sello, Sanat Kumara contó la historia de cómo devotos venusinos se ofrecieron a fin de acompañarle y encarnar entre los seres humanos para ayudarle a guardar la llama:

La alegría de la oportunidad se mezclaba con la tristeza causada por la separación. Yo había optado por un exilio voluntario en una estrella oscura. Y aunque su destino era ser la Estrella de la Libertad, todos sabían que para mí sería una noche oscura del alma muy larga. Entonces, súbitamente de los valles y las montañas apareció una gran reunión de mis hijos. Eran las almas de los ciento cuarenta y cuatro mil acercándose a nuestro palacio de luz. Se acercaron más y más en espirales, en como doce compañías, cantando la canción de libertad, de amor y de victoria... Venus y yo, al mirar por el balcón, vimos la decimotercera compañía vestida de blanco. Era el real sacerdocio de la Orden de Melquisedec...

Cuando todos sus efectivos se hubieron reunido, anillo tras anillo tras anillo, rodeando nuestra casa, y su himno de alabanza y adoración hacia mí hubo concluido, su portavoz se puso ante el balcón para dirigirse a nosotros en nombre de la gran multitud. Era el alma de aquel a quien hoy conocéis y amáis como el Señor del Mundo, Gautama Buda. Y se dirigió a nosotros, diciendo: "Oh Anciano de Días, hemos sabido de la alianza que Dios ha hecho contigo hoy y de tu compromiso para guardar la llama de la vida hasta que algunos de entre las evoluciones de la Tierra sean acelerados y renueven una vez más su voto de ser portadores de la llama. Oh Anciano de Días, para nosotros eres nuestro Gurú, nuestra vida, nuestro Dios. No te dejaremos sin consuelo. Iremos contigo.[1]

Así, vinieron a la Tierra con Sanat Kumara y legiones de ángeles, precedidos por otra comitiva de portadores de Luz que prepararon el camino y establecieron el retiro de Shamballa,

la Ciudad de Blanco, en una isla en el mar de Gobi (actualmente el desierto de Gobi). Ahí Sanat Kumara ancló el foco de la llama trina, estableciendo el hilo de contacto inicial con todos los que estaban en la Tierra al tender rayos de luz desde su corazón hasta el de los habitantes. Los voluntarios venusianos encarnaron en densos velos de carne hasta el triunfo del compromiso de las evoluciones de la Tierra. 

El primero de estos portadores de Luz en responder al llamado del Señor del Mundo desde la octava física fue, desde luego, el Buda Gautama: Cerca de él estaba Maitreya. Los dos prosiguieron el sendero del Bodisatva hasta la budeidad. Gautama terminó ‘primero’ el curso, seguido por Maitreya. Así, los dos se convirtieron en los discípulos más destacados de Sanat Kumara; uno lo sucedió en el cargo de Señor del Mundo y el otro como Cristo Cósmico y Buda Planetario.

La transferencia del cargo

En el momento de la transferencia del manto de Señor del Mundo, el 1 de enero de 1956, el Buda Gautama asumió la responsabilidad de sostener la cuerda de salvamento para las evoluciones de la Tierra a través de su propia llama del corazón, y Sanat Kumara, Regente del Mundo, regresó a su estrella hogar, Venus, donde se mantiene intensamente activo en el servicio de la Gran Hermandad Blanca en el planeta Tierra.

El cargo anterior de Cristo Cósmico y Buda Planetario que ocupaba Gautama fue asumido simultáneamente por el Señor Maitreya. Durante la misma ceremonia, que tuvo lugar en el Retiro del Royal Teton, el cargo de Instructor del Mundo antes ocupado por Maitreya fue transferido a Jesús y a su querido amigo y discípulo San Francisco (Kuthumi). El Señor Lanto asumió el cargo de Chohán del segundo rayo en 1958, antes ocupado por Kuthumi, y la amada Nada asumió el cargo de Chohán del sexto rayo, que había ocupado Jesús durante la era de Piscis, cuyo jerarca fue también.

Saint Germain y Porcia asumieron la regencia de Acuario el 1 de mayo de 1954. Mientras que Maitreya representa al Cristo Cósmico y Buda planetario, Jesús ocupa el cargo de Cristo personal, el gran modelo del Santo Ser Crístico de cada quien.

Representantes en el Mundo

El Señor Gautama ocupa el cargo de Jerarca de Shamballa, ahora en el plano etérico, al cual se ha trasladado el retiro físico. En todos los tiempos los Mensajeros de la Hermandad, conocidos y desconocidos, han sostenido el equilibrio en la octava física para la llama y el Buda de Shamballa. Así, Jesús, el Mensajero ungido del Señor Maitreya, el Cristo Cósmico, a través de su Sagrado Corazón fue la puerta abierta para que la luz del Padre, representada en las personas de Maitreya, Gautama y Sanat Kumara, fuera anclada en el corazón de las multitudes de los habitantes de la Tierra.

El Señor Jesucristo definió su cargo en la octava física según la ley cósmica cuando dijo: "Entretanto que yo estoy en el mundo [el YO SOY el que YO SOY], la Palabra que yo encarno es la Luz del mundo".[2] Este anclar la Luz de la Presencia YO SOY en el chakra de su corazón fue lo que le permitió llevar sobre sí el karma planetario, "los pecados del mundo", para que las almas de Luz pudieran seguirlo en el sendero de Cristeidad hasta que ellas también profesaran en su templo corporal la luz del Hijo de Dios.

Véase también

Buda Gautama

Sanat Kumara

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y el sendero espiritual, capítulo 4.

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Saint Germain Sobre Alquimia: Fórmulas para la autotransformation.

  1. Elizabeth Clare Prophet, La Apertura del Séptimo Sello, capítulo 2.
  2. Juan 9:5.