Clara Louise

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Clara Louise Kieninger (1943)

La maestra ascendida Clara Louise estuvo encarnada como Clara Louise Kieninger. Ascendió a la edad de ochenta y siete años desde Berkeley (California), el 25 de octubre de 1970, uniéndose a su llama gemela, Amen Bey, para prestar servicio con Serapis en el Templo de la Ascensión en Lúxor (Egipto). Usted puede pedir ser llevado a este retiro para recibir enseñanza en relación con su sendero y sobre lo que ha de realizar en la vida.

Clara Louise Kieninger as a young girl

Early life

Clara Louise Kieninger nació el 16 de septiembre de 1883, en Junction City (Kansas), y tuvo una niñez feliz en una familia grande de pioneros. Comenzó su carrera profesional como secretaria y mujer de negocios, pero finalmente persuadió a su madre para que le dejara realizar la profesión de su corazón: enfermera.

En 1912 se graduó de la Escuela de Enfermería del Hospital Luterano de St. Louis (Missouri). Entonces asumió el lema que tenía en su clase, «Ich Dien» (Yo sirvo), como principio fundamental de su vida. Clara Louise avanzó rápidamente hacia puestos de responsabilidad, llegando a ser ayudante del director y luego directora de la escuela de enfermería. En 1917 fue enviada a Francia como enfermera principal, donde prestó servicio hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

Sirvió con devoción en el campo de la enfermería durante muchos años y estableció la primera escuela de enfermería en Brasil, como preparación para su trabajo con los niños de la séptima raza raíz venidera, destinada a encarnar en Suramérica. A través de la profesión de enfermera prestó servicio al cuerpo de Dios en la Tierra con el mismo honor y amor que hubiera ofrecido a Cristo. Sus memorias están publicadas en el libro Ich Dien (Yo sirvo).

Bahía de Guanabara, Río de Janeiro (1943)

Encarnaciones anteriores

Clara Louise presta servicio en el cuarto rayo de la pureza de Dios. Su nota clave musical es «Calm As the Night» (Tranquilo como la noche). La devoción de su alma hacia Dios se refleja en sus encarnaciones anteriores. En los tiempos de Lemuria prestó servicio en el templo central como sacerdotisa ante el altar de la Madre Divina, y en la época de Jesús estuvo encarnada como el apóstol Santiago. En su vida más reciente, con frecuencia repetía a los demás las palabras de Jesús, «¿Qué a ti? ¡Sígueme tú!»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Her vigil for youth

Clara Louise tenía un gran corazón lleno de amor. También exigía una gran disciplina. En sus años postreros, como dedicada estudiante y amiga de los maestros ascendidos, guardó una vigilia de oración que comenzaba a las tres o cuatro de la mañana y duraba de dos a cuatro horas, incluso hasta el mediodía. Rezaba por los jóvenes del mundo, los niños que tenían que venir, sus padres y profesores.

La maestra ascendida Teresa de Lisieux habló de Clara Louise y sus oraciones por la juventud del mundo:

Atesorad la época de la niñez y conservad esa inocencia durante todos los años de vuestra vida. Porque aquella cuya ascensión celebráis hoy, vuestra amada Clara Louise, mantuvo esa inocencia y pureza lado a lado con una disciplina astuta y madura así como una pronta conciencia de los planes y complots de los caídos de arrancarle el velo nupcial en la mismísima hora de su ascensión.

¡Ah, sí! Ella guardó la vigilia en Berkeley (California). Y yo la guardé con ella por los niños y los jóvenes del mundo. Y muchos de vosotros estáis patrocinados por nuestra llama.

Venimos con el aura de rosas; la mía rosa, volviéndose del rayo rubí de la sangre de Cristo, la de ella del blanco de su amado Amen Bey y la Virgen María y Serapis, Señor de la Vida. Así, las dos, juntas como madres cuidando de la Llama en vosotros, presentamos el cuerpo y la sangre de Cristo como el blanco y el rosa, para que podáis ver también que hay un ramo de novia que os espera cuando aceptáis la iniciación de la cruz del rayo rubí, de los ángeles del fuego blanco.

Por tanto, entrad en la alegría del círculo santificado de vuestro Padre y vuestra Madre. Y volved a consagrar vuestra vida como «santidad al SEÑOR»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content, sacerdotes y sacerdotisas del fuego sagrado, trazando el círculo del UnoCite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Desde el estado ascendido, Clara Louise nos dijo:

Veo a tantos de vosotros por los que recé en mi última encarnación, y os diría que está claro en el registro que mis oraciones marcaron una diferencia en el hecho de que entrasteis en el Sendero. Por ello estoy agradecida, pero os lo digo para que podáis comprender que yo, que he estado con vosotros tan recientemente en este siglo, pude desarrollar un impulso de oración y, por tanto, vosotros podéis hacer lo mismo. Sólo hace falta la dedicación de tiempo y espacio y una determinación que apague cualquier otra voz que quiera atención, cualquier aspecto de caos o confusión o molestiaCite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

Clara Louise at the Escola de Enfermeiras D. Anna Nery, Rio de Janeiro

Mastery of the spoken Word

Clara Louise practicó la ciencia de la Palabra hablada durante casi cincuenta años, y sus llamados e invocaciones eran muy poderosos. Ella sencillamente no aceptaba un no como respuesta, una cualidad que aprendió en su encarnación como discípulo de Jesús. Al igual que Jesús expulsaba demonios con el poder de la Palabra hablada, ella sabía que había que ser temible con los demonios y el estado de la conciencia humana. Sus fíats recorrían todo el planeta cuando hacía oraciones e invocaciones, permaneciendo en defensa de todos los niños.

El mundo también necesita la intercesión de usted y las oraciones por los niños y los jóvenes. Usted puede hacer fervorosos llamados a Dios como hacía Clara Louise; y en la intensidad del fuego de Serapis Bey y Amen Bey, invocar el manto de fuego, o túnica de luz, de Clara Louise. Ella porta la llama del fuego blanco y le ayudará en la aceleración de la llama, la elevación de la Kundalini, la llama de la ascensión y fuerza vital interior, para que pueda emitir la orden que ata al espíritu malvado.

When you speak in the authority of Christ, the foul spirit cannot disobey you, because God reinforces your call. You receive the reinforcement because you have a magnet of fire intense enough to draw down the magnet of your I AM Presence. However, you should always ask that your prayers be adjusted according to the will of God.

Mother of the Flame

In 1961 Saint Germain anointed Clara Louise as the first Mother of the Flame of the Keepers of the Flame Fraternity. On April 9, 1966, when the mantle of the office of Mother of the Flame was passed to the messenger Elizabeth Clare Prophet, Clara Louise became the Regent Mother of the Flame. From the ascended level, she continues to hold the office of Regent Mother of the Flame, nurturing the souls of all the world’s children.

In dress uniform

Her ascension

On July 3, 1962, Mother Mary promised Clara Louise the fulfillment of her ascension at the close of her embodiment. Astrea and Purity speak of her ascension and of her service since that time:

If you have the resolution, if you have the balance of your threefold flame, you will see and know that in the hour of your passing you can make your ascension, as occurred in the case of the first Mother of the Flame, Clara Louise Kieninger. She did make her ascension from the place where she passed, Berkeley, California, and chose that place, beloved, that there might ever be anchored there that focus of the ascension flame for the youth of the world.

So, beloved, there are those such as the first Mother of the Flame, who, upon the hour of passing and the release of the last sacred breath, did enter into ascension coils, as is meet. And thus she appeared at the temple of Serapis Bey, met her twin flame there, Amen Bey, and has been serving the youth of the world ever since—not alone from Luxor but she does journey from retreat to retreat around the world. Many of these retreats you have never heard about, but you shall hear about them in due time.

Clara Louise Kieninger, then, does go to the retreats to teach those who tarry there who have lessons to learn, karma to balance. And she speaks also to the hierarchy of the retreat, imploring them to send reinforcements for the care of the youth of the world and especially the unborn and especially the dire situation of the sacrifice of children in the womb and at term. Blessed ones, this has been her cause for many, many, many years in embodiment and now in the octaves of light.[1]

Her service today

Since her ascension, she has given seven dictations through Elizabeth Clare Prophet. In Gautama Buddha’s annual New Year’s address on January 1, 1973, Clara Louise was present at inner levels throughout the service. Gautama spoke of the return of her youthful appearance in her ascended state and announced that she would present to the Mother of the Flame a torch of illumination to the age:

Some of you may recall one who passed from you some time ago, the first Mother of the Flame who later became the Regent Mother. Well, I want you to know that tonight at inner levels she is with you.... I want you to understand that her body is no longer gray or crooked in any way; her form no longer reflects age, but only the beauty of her earliest youth and maturity. Upon her face there is a glow of hope and sweetness and love....

I want you to know that she still will be with you until this service shall break up. Until you shall leave and depart these doors, she will be with you this night, giving her love and her counsel at inner levels to you, conveying her blessing to you as the first Mother of the Flame. And she shall, ere the night pass, give to the present Mother of the Flame a torch charged with the vital fires from God’s heavenly altar and the conveyance of a vast mission to illuminate the world’s children and produce the blessing of true culture to the age and unto all people everywhere.[2]

The messenger has explained the meaning of the passing of a torch and its significance to each of us:

The torches must always be passed. One day you will pass a torch. The most important thing to remember about the passing of a torch is that the torch is a flame that burns. It is composed of many, many millions of flames. And each one of those flames is a petal—a petal of light and sacred fire.

As you go into the central sun of your mighty I AM Presence and form and fashion your torch of life, you will want to be certain, as those who have gone before us are certain, that the torch will contain all that the one who follows you on the Path will need in order to make it all the way Home.

I have mentioned to you that our beloved Mark signed my own copy of Climb the Highest Mountain with the words “May you win all the way.” It is not enough that we wish victory upon someone, or winning. We want them to win all the way, every step of the way—not just today but to the hour of the ascension.

Sather Tower, on the campus of the University of California, Berkeley

Every guru is concerned for the blessed chela—that he make it all the way Home, else the Path should be in vain. Therefore, you must be concerned for the chela you do not yet know, for the master you are to become—that even now you are forging a torch that you will one day pass. And when it comes time to pass the torch, there will be no time to say, “Wait a minute, I must create the torch.” The torch must be there and burning.

The torch of Gautama Buddha, Clara Louise and our own beloved Lanello were there—just seven weeks before his ascension. That very year of 1973, Summit University opened on a full-time basis—out of that torch. And all who have passed through its halls are free to ratify the will of God and receive one petal of the torch, one petal-flame that becomes a nucleus of their own torch to be passed in the hour of the appointing.[3]

Her ascension

Clara Louise says of her ascension:

There is a spiral of victory that is anchored in the atmosphere over the place where I made my ascension. And therefore, I shall direct you to that place and that home, that you might ever know when you are in the area of Berkeley that there is a focus that blesses and heals and is sustained for the little ones. And by your application to that focus, you can expand the influence of the Archangel Gabriel and Hope and of the Goddess of Purity[4] throughout this state, throughout America and the world.[5]

See also

Amen Bey

For more information

Clara Louise Kieninger, Ich Dien, contains her life story of Clara Louise along with all the dictations she has delivered from the ascended state.

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Clara Louise.”

  1. Astrea and Purity, “The Word Must Be Spoken: Make the Call!” Pearls of Wisdom, vol. 45, no. 43, October 27, 2002.
  2. Gautama Buddha, “The Torch Is Passed!” Pearls of Wisdom, vol. 26, no. 22, May 29, 1983.
  3. Elizabeth Clare Prophet, October 25, 1981.
  4. The etheric retreat of Archangel Gabriel and Hope is located between Sacramento and Mount Shasta, California. The Goddess of Purity maintains a retreat over the city of San Francisco.
  5. Clara Louise Kieninger, Ich Dien, p. 176.