Vigilante Silencioso

From TSL Encyclopedia
Revision as of 20:10, 7 March 2020 by Pduffy (talk | contribs) (Created page with "El Gran Vigilante Silencioso en el Gran Sol Central, a quien conocemos como Elohim Ciclopea, está rodeado de 144 Llamas Divinas, cada una de las cuales preside innumerables l...")
Other languages:
Ojo Omnividente de Dios

Dentro del Núcleo de Fuego Blanco del Ser mora el Gran Vigilante Silencioso, el observador del destino de fuego de todos las galaxias hijo y sus evoluciones que hayan provenido del Gran Eje de la Vida. Este cargo de la jerarquía es esencial para todos los niveles de la percepción autoconsciente de Dios por todo el universo de su individualización, tanto dentro como fuera de la forma.

Concentrando la pureza del diseño inmaculado de todos quienes han salido con una patrón de identidad separándose de Dios, con o sin el don del libre albedrío, el Gran Vigilante Silencioso es el haz del ojo de Dios. Cuando está apuntado a cualquier ser o segmento del universo, ese haz «cuadra la matriz», es decir, realinea las energías con el diseño original, la imagen santísima que se estampa en el átomo semilla cuando la Presencia YO SOY nace en el corazón del Eje.

Cada amado hijo e hija engendrados por el Dios Padre-Madre está acompañado de un Vigilante Silencioso que protege la llama del Ojo Omnividente, que alimenta y expande la matriz de su destino, esa parte de la Deidad que ha de establecerse en la Mónada, primero como causa en el Espíritu y luego como efecto en la Materia.

Allá donde trabajen en el cosmos, los Vigilantes Silenciosos sostienen la red del antahkarana cósmico. Como columnas de fuego, permanecen en los Templos del Sol, imanes de perfección, espejos de Verdad Cósmica. Hilos de filigrana de luz conectados con las energías de su servicio, creando líneas de fuerza que sostienen galaxias en órbita alrededor del centro del Ser de Dios.

No es la fuerza de gravedad, que es la explicación del hombre para esta atracción entre cuerpos celestiales, sino el magnetismo del Espíritu Santo —el intenso amor del plan del Creador sostenido en el corazón de los Vigilantes Silenciosos— lo que mantiene a los flamígeros hijos e hijas de Dios en sus rondas asignadas.

El Imán del Gran Sol Central, centro de amor-pureza flamígeros dentro del Eje, es el foco del Espíritu Santo de Dios. Ello energiza los impulsos acumulados de unidad que hacen de todos los universos de la manifestación consciente de Dios un todo indiviso, una red integrada de galaxias en evolución desde una dimensión a la siguiente. El Imán del Gran Sol Central es la fuente de energía de la llama de la vida allá donde esta se manifieste. Los Vigilantes Silenciosos son los guardianes de esa llama. Con la ayuda de innumerables ayudantes, protegen su pureza y poder, su sabiduría y amor.

Silent Watchers at every level of hierarchy

Ciclopea

El Gran Vigilante Silencioso en el Gran Sol Central, a quien conocemos como Elohim Ciclopea, está rodeado de 144 Llamas Divinas, cada una de las cuales preside innumerables legiones que no tienen más que una meta en la vida: producir la imagen del Cristo por todo el Macrocosmos y el microcosmos del Ser de Dios.

Silent Watchers throughout cosmos

Every individualization of the God Flame from the center to the periphery of the Cosmic Egg is guarded by a Silent Watcher. God has left no manifestation of himself without a guardian spirit to supervise the correct outpicturing of the Christed plan for its manifestation.

The Holy Christ Self

In man the Silent Watcher is the Mediator known as the Christ Self.

Devas

In nature the Silent Watchers serving under Cyclopea are the devas who hold the Christ-pattern for the blessed elementals.

Serpahim and cherubim

In angelic realms the mighty seraphim and the covering cherubim are entrusted with the responsibility of guarding the immaculate conception of life.

The seraphim tend the focus of the Electronic Presence of the Almighty—the greatest Silent Watcher of all—in the flaming sea of crystal in the very heart of the Hub. Merging with the crystal and the flame, they dance before the throne in a twenty-four-“hour” or twenty-four-phase cycle.

Every “hour” a new band of seraphim arrives from the far reaches of cosmos to assume their place on the platform that revolves around the Great Flame of Life, focus of the Most High God. As these arrive, another band leaves, and so on in each twenty-four-“hour” cycle. Thus the bands of seraphim, each in multiples of 144,000, stand in the presence of God twenty-three “hours” and serve in the world of form one “hour.” Being saturated with the crystal fire radiance of God himself, the seraphim can never be contaminated by unascended evolutions (as were the angels who fell with Lucifer), for it is literally impossible to slow down the frequency of their holy auras.

The seraphim receive the great solar “heat” generated by the fires of God’s heart over a figure-eight pattern used to step down the tremendous velocity of the Christ light released from the center of God’s Being through the “wings” of the seraphim and thence to the periphery of universal manifestation. The seraphim assist the Great Silent Watchers to radiate this light through the universes of the Macrocosm, where the Christ Self of stars, planets and sons serves to step down the energies conveyed by the seraphim to the level of individual need.

Thus it is the service of the Silent Watchers to act as agents of the Great Central Sun Magnet to step down from one level of God’s Self-awareness to the next the energies of God’s potential, so that these might be useful and relevant to each successive stage of evolving life.

The antahkarana

The antahkarana (the web of life) is composed of the filigree threads that connect the Silent Watchers serving throughout the Macrocosm. This antahkarana is the conductor of the energies of the Great Central Sun Magnet. The crystal cord that connects the God Self and the Christ Self with the Great Central Sun Magnet is part of this antahkarana. Think of how many suns and son galaxies, how many step-downs or transformations this web must pass through before the energy of God becomes assimilable for our use!

En 1979, Ciclopea dijo:

Me acompañan en este estrado numerosos Grandes Vigilantes Silenciosos que guardan la vigilia del diseño inmaculado de cada alma, de cada sistema de mundos, cada galaxia. Contemplad a los Elohim y los Grandes Vigilantes Silenciosos innumerables por todo el gran cosmos que es Dios, sosteniendo la matriz de la luz de la Madre para las complejidades de los mundos estelares y de almas y de la luz misma[1].

Ciclopea y Virginia han explicado que estos grandes seres son conocidos como silenciosos porque «es el silencio del Sanctasanctórum interior por el que se sostiene la manifestación externa»[2].

Véase también

Ciclopea y Virginia

Seraphim

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y el sendero espiritual, págs. 246–49.

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Great Silent Watchers.”

  1. Ciclopea, “The Wrapping of the Earth in the Swaddling Garment of Crystal (La envoltura de la Tierra en la prenda de cristal)”, 5 de octubre de 1979.
  2. Ciclopea y Virginia, “I Will Stand upon My Watch! (¡Seguiré con mi vigilia!)”, Perlas de Sabiduría, vol. 25, núm. 13, 28 de marzo de 1982.