María Montessori
María Montessori es chela de la Virgen María y, llevando su manto, ha producido los fundamentos de la enseñanza de los maestros ascendidos para la era de Acuario. Fue la mensajera de la jerarquía en el campo de la enseñanza y recibió su instrucción de la Virgen María y de Jesús y Kuthumi.
María Montessori nació en Italia en 1870 y se convirtió en la primera mujer médico de ese país. Cuando trabajaba como médico en Roma, recibió la tarea de cuidar de los niños de preescolar en los suburbios de la ciudad. Al observar a los niños, desarrolló lo que ha llegado a conocerse como el método Montessori.
María Montessori descubrió que los niños poseen cualidades únicas y distintas que nadie había observado antes. Descubrió que estas cualidades pueden liberarse en el entorno adecuado con las condiciones apropiadas.
Una de las primeras cosas que notó al tratar con los niños fue que ellos preferían trabajar a jugar. Los niños son muy laboriosos y si el trabajo está organizado, pueden desarrollar patrones internos que les ayudan a desarrollarse.
Los niños poseen un gran poder de concentración y un enorme amor por el orden. Los niños entre los dos y los siete años de edad son criaturas de ritual. Les encanta hacer cosas en orden. La meta del niño no es terminar la tarea, sino llevarla a cabo sistemáticamente. Montessori comprendió que los patrones de orden y lógica que se desarrollan en el niño con el movimiento físico mejoran más adelante su capacidad de aprender, de concentrarse y de estudiar.
Montessori descubrió que los niños poseen un agudo sentido del tacto, que aprenden con sus manos más de lo que aprenden incluso con sus ojos, y por eso ella desarrolló sistemas para lo que llamó desarrollo sensorial. A los niños también les gusta ser libres a la hora de elegir. La clase Montessori está diseñada con el fin de permitir que cada niño elija el juego de bloques o el material preparativo que utilizará en ese momento en concreto –un momento cósmico–, cuando su alma esté lista para desarrollarse alrededor de ese punto en particular.
Los niños de dos años y medio hasta los seis están en la misma clase para que los más pequeños puedan ver el trabajo más avanzado de los más mayores y puedan aprender de su ejemplo. El papel de un profesor Montessori es el de dirigir al niño hacia los ejercicios.
En una clase Montessori encontraremos niños pequeños sentados ante sus mesas, absortos durante grandes períodos de tiempo, concentrados en sus lecciones. Poseen un increíble poder de concentración. Aprenden matemáticas con material concreto como cuentas o bloques, diseñados para enseñar la asociación de los numerales y la cantidad. Aprenden a leer y escribir, pero lo hacen según el patrón de su propio desarrollo interior. Los niños no son sujetos a prisas ni son forzados a hacer nada que no les salga con facilidad y de forma natural. El papel del profesor es fomentar el aprendizaje independiente mientras el niño escucha a su propio instructor interior. María Montessori descubrió que la llamada del niño universal es «¡ayúdame a que lo haga yo!».
Todas estas cosas le fueron reveladas a María Montessori por los propios niños. Ella dijo que todo lo que hacía era observar a los niños, y ellos enseñaban el método.
El método Montessori tiene el fin de sacar el potencial Crístico del niño, mientras el niño sigue la dirección que le da el instructor interior y selecciona en la clase ciertos materiales y ejercicios que son adecuados para la realización de las necesidades interiores y exteriores del niño, así como para producir el logro interior. La combinación de libertad y orden en la clase Montessori es la verdadera enseñanza de Acuario.
María Montessori recibió la inspiración del método Montessori para niños de la Virgen María. La Virgen explicó que este era el método que ideó junto con Elizabet para enseñar a Juan el Bautista y a Jesús de niños.
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Maria Montessori.”