Comunismo
In Marxist theory, Socialism is a system of society in which there is no private property, a system in which the means of production are owned and controlled by the state. Communism is a totalitarian system of government in which a single authoritarian party controls state-owned means of production with a professed aim of establishing a stateless society. In the final stage, the state has withered away and economic goods are distributed equally. Goods are owned in common and available to all as needed.
In this theory socialism is a transitional state between capitalism and communism and distinguished by unequal distribution of goods and pay according to work done. Communism itself exists nowhere and is a theory that has never worked. The former Soviet Union was in fact, a Socialist state.
Those who would implement the plan of God for the true brotherhood of man should recognize that the philosophy of World Communism is a counterfeit of the Golden-Age culture.
Orígenes
► Artículo principal: Materialismo dialéctico
El comunismo, en su forma actual, está basado en el materialismo dialéctico, una doctrina fundamentada en la adaptación que hizo Karl Marx de la dialéctica hegeliana aplicada al estudio de la historia. Marx propuso que el estudio del hombre se podía reducir a consideraciones puramente materiales y que los sistemas económicos eran el principal factor determinante en las relaciones entre los hombres. Marx adaptó la dialéctica de Hegel cuando afirmó que «la historia de la sociedad hasta el momento es la historia de la lucha de clases»[1] y con su concepto de que todo orden social fundamentado en la división de clases tiene en sí las semillas de su propia destrucción, hasta que surja una sociedad carente de clases. La revolución se convierte en una herramienta para ese fin, si fuera necesario.
Con la sociedad sin clases como meta absoluta se afirma que la historia conduce a la civilización a una inevitable estructura en la cual todas las diferencias personales, educativas, sociales y del entorno se nivelan, hasta alcanzar un estado predeterminado de supuesta igualdad. Un estado así detendría el funcionamiento de la ley del karma. Por tanto, a efectos prácticos, ello excluiría la posibilidad de que individuos y naciones progresen espiritualmente, porque el karma es de hecho el gran instructor de la humanidad.
Spiritual consequences
El comunismo interfiere con la libertad que tiene el hombre de elegir su forma de vida, moldear su destino o llegar a ser lo que Dios quiere que sea. Su única opción es volverse un instrumento del estado. Debe derrocar su individualidad y reconstruirla de acuerdo con la imagen del estado. Su destino es servir y glorificar al estado.
El estado comunista, como maestro supremo de sus ciudadanos, excluye la posibilidad de que el individuo logre la maestría sobre sí mismo, a menos que sea un espíritu extraordinariamente fuerte. Porque el estado destruye su voluntad, su creatividad, el respeto hacia sí mismo y, sobre todo, su oportunidad de asumir su lugar en el esquema jerárquico para ocupar su sitio en el mandala de la cultura de la Era de Oro.
La doctrina comunista no contempla la posibilidad de que el hombre evolucione espiritualmente mientras construye los cimientos de la Era de Oro. Y aún más importante es que le niega la posibilidad de que resuelva su karma dentro del marco de una economía que le permita elevarse según su propio esfuerzo.
A menos que el hombre sea libre de producir su salvación (resolver su karma), con dolor y sufrimiento[2] si fuera necesario, no puede haber una verdadera hermandad. Porque esta se basa en el conocimiento del alma de que «sí, yo soy el guardián de mi hermano, no porque el estado me fuerce a serlo, sino porque estando el Padre en mí, yo estoy en todo hijo de Dios». El comunismo destruye la unión básica del alma entre Dios y el hombre y entre los hombres. Así, no puede producir la verdadera hermandad con Dios como Padre.
Saint Germain ha dicho:
If I should summarize ... the greatest dangers upon earth, I should say that in the macrocosmic sense it is undoubtedly World Communism—fed, ignited, increased by world monopoly capitalism and the banking houses. And secondly, I would say that the false hierarch of oneself, the dweller-on-the-threshold, is the greatest single threat to world freedom when we are dealing with that synthetic self of our best servants.[3]
Christian brotherhood the antidote to Communism
The Master Morya comments:
It was due to the lack of Christian brotherhood in action that Communism was spawned upon the world scene. It will be the institution of a genuine and penetrating faith that crosses the lines of religious idealism, dogma, creed and class distinction that will prove to be the universally needed solvent to vitalize and magnify the expansion of world brotherhood.[4]
Alexander Gaylord and Chananda, speaking of a future “Community of the Spirit” where individual dignity will be upheld by the light of its own divinity, foretell that the time will come when
... Communistic and Socialistic doctrines will be stripped of their false veneer and revealed to be—as, in reality, they are—methods that were evolved humanly as the result of the intellectual rebellion on the part of their founders against their own personal karma.
The spiritual community of the enlightened will expound the real democracy of the new republic, wherein the nobility of life in its God-intended expression is its own acknowledged reward. No one will expect to be given honors or rights he does not deserve; neither will anyone expect to deny to others their just opportunity to expand their understanding, test their spirituality or pursue life, liberty and true happiness to the fullest.[5]
See also
For more information
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Path of Brotherhood, Section V, “World Communism: Counterfeit of the Golden Age Culture.”
DVD and audio album The Seduction of Socialism and the Responsibility of Freedom.
Sources
Elizabeth Clare Prophet, October 9, 1978.
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Path of Brotherhood, pp. 101, 103–05.
- ↑ Karl Marx y Frederick Engels, Manifesto of the Communist Party (Manifiesto del Partido Comunista), trad. Samuel Moore, primera parte.
- ↑ Filipenses 2:12.
- ↑ Pearls of Wisdom, vol. 48, no. 42, October 9, 2005.
- ↑ El Morya, Pearls of Wisdom, vol. 6, no. 7, February 15, 1963.
- ↑ Chananda and Alexander Gaylord, Keepers of the Flame Lesson 5, pp. 15–20.