Ernon, Rai de Suern

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Ernon, Rai de Suern, estuvo encarnado hace 13.000 años en la época de la Atlántida. La historia de esta extraordinaria figura se relata en el libro A Dweller On Two Planets (Un habitante de dos planetas), de Phylos el Tibetano, publicado en 1899. Se trata de la historia de las encarnaciones de Phylos el Tibetano en la antigua Lemuria, en la Atlántida y en los Estados Unidos en el siglo XIX.

Embodiment at the time of Atlantis

Rai es una palabra atlante que significa «emperador» o «monarca». Cuando Phylos estuvo encarnado como Zailem, en la Atlántida, el Rai Ernon era el emperador de la tierra de Suern. Esta tierra abarcaba la India actual y parte de Arabia. El pueblo de Suern poseía poderes aparentemente milagrosos, como la capacidad de precipitar sus alimentos. Estos poderes provenían, en primer lugar, de su estricta adherencia a un código moral que su monarca les imponía. En segundo lugar, los suernis disfrutaban de estos poderes por la intercesión de adeptos ocultos de la época, que era llamados Hijos de la Soledad.

El Rai Ernon era uno de los Hijos de la Soledad. Estos Hijos eran célibes y vivían sin familia, a menudo separados de la civilización. En casos excepcionales, volvían a la civilización para prestar servicio a su prójimo en la Iglesia y el Estado. Pasaban por años de preparación, encarnación tras encarnación, para ser adeptos no ascendidos y luego ascendidos.

El Rai Ernon poseía extraordinarios poderes con los que podía derrotar a los enemigos de su país sin hacer uso de las armas. En Un habitante de dos planetas leemos el relato de un testigo sobre cómo Rai Ernon conquistó, él sólo, un ejército de 160 000 caldeos.

A pesar de sus grandes poderes, los suernis no eran un pueblo feliz. Zailem observó que el pueblo de Suern no amaba a su monarca, el Rai Ernon. La historia de los suernis es una historia de karma de rebelión contra la Ley y el Legislador. Debido a que el Rai Ernon obligaba a los suernis a obedecer un estricto código moral como requisito para disfrutar del uso de poderes ocultos, maldijeron a Ernon en su corazón, y muchos se rebelaron contra su gobernante.

Cuando Ernon murió, la gente perdió sus poderes, como él había predicho. Él era su gurú y ellos eran chelas desagradecidos. Habían poseído sus poderes sólo por su gracia y patrocinio. Ya no eran capaces de precipitar los alimentos. Para sobrevivir tuvieron que aprender los conceptos básicos de la agricultura, la administración, la minería y el arte de hilar bajo la guía y preparación de los atlantes.

Los suernis

La historia de los suernis en realidad se retrotrae más, hasta el tiempo en que Jesús era emperador de una era de oro en la Atlántida, hace 35 000 años. Abandonó su cargo de monarca de la Atlántida porque el ochenta por ciento de la gente así lo exigió. El veinte por ciento (unos dos millones de personas) que apoyaba a Jesús abandonó la Atlántida con él y viajó a Suern. De ellos, un millón ascendió desde la tierra de Suern. El otro millón continuó encarnando. La mayoría de ellos se desviaron y perdieron el lazo con su Santo Ser Crístico que habían conocido en la Atlántida.

Este millón de almas continuó reencarnando en Suern y en la Atlántida. A lo largo de los siglos trajeron al mundo a muchas de las almas que se habían revuelto contra Jesús durante la era de oro en la Atlántida. En la época de Zailem, antiguos atlantes de aquella era de oro estaban encarnados en Suern. Estos suernis continuaron reencarnando y continuaron siendo duros de cerviz y testarudos en su comportamiento, tal como lo exhibieron en la Atlántida y en Suern.

Los suernis recibieron entonces la oportunidad de encarnar como progenie de Abraham con el fin de que expiaran el karma en que habían incurrido, algunos de ellos por haber traicionado a Jesús durante su era de oro en la Atlántida y otros por haber caído en una espiral de evolución descendente en Suern. Por estos karmas los hijos de Israel fueron enviados a la esclavitud de Egipto. Los hijos de Israel han continuado reencarnando hasta el día de hoy.

Mol Lang

Phylos el Tibetano se reencontró con el Rai Ernon en los Estados Unidos del siglo XIX. Phylos estaba encarnado como Walter Pierson, que conoció a un maestro del planeta Venus llamado Mol Lang, quien lo llevó en sus cuerpos sutiles a Venus. Mol Lang era el Rai Ernon regresado. Mol Lang enseñó a Walter acerca del propósito de la vida, la ley del karma y la reencarnación, la naturaleza de la vida después de la muerte, las llamas gemelas y otras verdades eternas.

Al describir a Mol Lang, Phylos escribe:

[Tenía] ojos hundidos, bajo unas cejas enormes, y una cabeza de perfil parecido al del filósofo Sócrates. Su blanco y largo cabello, blanca barba, junto con una postura erguida y marcial, hacían de Mol Lang… la mismísima personificación de la sabiduría oculta, desde mi punto de vista… Su turbante… era azul, jaspeado de marrón… Llevaba una túnica larga y gris… atada a la cintura. En los pies, de forma fina y delicada, llevaba sandalias.

Phylos dice que su fe en Mol Lang la inspiraba «la suave dignidad y el bondadoso amor» que vio «brillar en esos ojos grises hundidos y apacibles»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

His service today

The ascended master Ernon, Rai of Suern, says:

The teachings of the ascended masters given freely are a specific transfer, a quickening and a knowledge unto those who had it 35,000 years ago in the golden age of Atlantis and in many centuries prior to that, for those souls had been with Jesus long before the fullness of their time came in that golden age.

Therefore, understand that the traditions found in the Western Bible contain fragments and remnants of this ancient teaching. These fragments have been filled in by the ascended masters today—your beloved Saint Germain, your El Morya, and of course, the Lord Jesus Christ. Many others have joined them until the saints robed in white in numberless numbers have come forward to give this teaching.[1]

See also

Phylos the Tibetan

Sons of the Solitude

Atlantis

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Ernon, Rai of Suern.”

  1. Ernon, Rai of Suern, “Lessons Learned,” Pearls of Wisdom, vol. 34, no. 61, November 27, 1991.