Ángel
Espíritu, heraldo, emisario divino; mensajero enviado por Dios para que entregue a Sus hijos Su Palabra. Espíritus ministrantes enviados para atender a los herederos del Cristo, para consolar, proteger, guiar, fortalecer, enseñar, aconsejar y prevenir. Cohortes de la Luz al servicio de los seres crísticos, los hijos e hijas de Dios, por todo el cosmos. Un ‘ángulo’ de la conciencia de Dios —un aspecto de Su Autoconciencia; un ser formado por Dios a partir de Su llameante Presencia para asistir a la vida creada por Él en la forma. «Y de sus ángeles dijo: El que hizo a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.»[1]
Las huestes celestiales conforman una evolución aparte de la humanidad por su existencia llameante y la pureza de su devoción a la Deidad y a los Arcángeles y jerarcas bajo cuyo mando sirven. Su función es concentrar, acelerar y amplificar los atributos de Dios en beneficio de Su creación. Cubren las necesidades de los hombres magnetizando la Luz al aura de éstos, intensificando los sentimientos de esperanza, fe y caridad, honor, integridad, valor, verdad y libertad, misericordia y justicia, y todo aspecto de la claridad cristalina de la Mente de Dios.
En virtud de la sacralidad de su presencia invisible, el autor del libro de Hebreos dijo: «No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles». Con ello subrayó el hecho de que los ángeles sí encarnan y andan entre nosotros como nuestros mejores amigos y auxiliadores, aun cuando sean unos perfectos extraños.
Metafóricamente hablando, los ángeles son electrones que giran alrededor de la Presencia Solar que es Dios, electrones que han elegido, por Su voluntad, innata en ellos, expandir Su conciencia en todos los planos de la existencia. Los ángeles son electrones que han sido ‘cargados’ de la luz/energía/conciencia del Gran Sol Central para poder ser ‘electrodos’, esto es, pilares de la ardiente presencia de Dios, que operan como «transformadores reductores» de la Luz inefable, para que Sus hijos puedan recibir una porción de esperanza de la gloria que ha de venir en medio de la noche oscura de su situación kármica en la Tierra.
Los ángeles pueden adquirir forma humana o de ‘bastoncillos y conos’, o espirales y rollos de energía concentrada que puede ser liberada para la curación personal y planetaria, en respuesta al llamado de los seres crísticos, literalmente como una transfusión del Cuerpo y la Sangre del Cristo Cósmico dondequiera y siempre que haya necesidad. Hay ángeles de curación, de protección, amor, consuelo y compasión, ángeles que asisten en los ciclos de nacimiento y muerte, ángeles del Ojo omnividente de Dios que empuñan la espada llameante de la verdad para separar de tajo lo Real de lo Irreal. Hay tipos y órdenes de ángeles que realizan servicios específicos en la jerarquía cósmica, como los serafines o los querubines, y ángeles devas que cumplen su servicio junto con los espíritus de la naturaleza y los elementales del fuego, el aire, el agua y la tierra.
The Lord in his infinite love has provided for the initiation of angels, that they might rise in the order of hierarchy. Through centuries of allegiance to the Creator and unswerving devotion to his creation, angels may be given the sacred gift of free will and the opportunity to enter the portals of birth. Once they descend into form in this manner, angels begin evolving through the kingdom of the Gods, subject to the same tests, initiations and karmic laws that apply to the sons and daughters of God. When they have met all of these requirements, the angels may pass through the ritual of the ascension and may then qualify to fill the office of Archangel or Archeia for a system of worlds.
Véase también
Lista de maestros ascendidos, seres cósmicos y ángeles.
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Saint Germain Sobre Alquimia: Fórmulas para la autotransformation.
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y el sendero espiritual.
- ↑ Hebreos 1:7.