Dios de la Naturaleza
Trabajando con los representantes del Espíritu Santo, los jerarcas de los cuatro elementos, el maestro ascendido Cuzco y el Poderoso Cosmos, el Dios de la Naturaleza atrae las corrientes magnéticas de la Tierra y las dirige en una acción equilibrada por toda la naturaleza y la vida elemental.
Mide seis pies de altura y emite su radiación a través de mantos rosa, oro y verde. El aura que emana de su cabeza es de una intensa luz azul y los rayos luminosos que se vierten de toda su forma se parecen a las auroras boreales. Los rayos de su cabeza son blancos y los de su corazón son dorados. De su mano derecha emite el rayo verde y de la izquierda, el rosa.
El Dios de la Naturaleza se mueve con las corrientes magnéticas de la Tierra, las atrae y las emite a voluntad, amplifica y equilibra su acción al pasar por su cuerpo, y su conciencia las absorbe y es absorbida por ellas.
Antes de su logro en este campo, estuvo encarnado como alquimista del fuego sagrado. En los niveles internos, aprendió a manejar las fuerzas cósmicas y cuando ascendió, tenía un impulso acumulado tal de trabajo con la naturaleza que se le dio este puesto en la jerarquía con el fin de que los seres cósmicos que anteriormente lo habían ocupado pudieran avanzar hacia un servicio cósmico.
The God of Nature works with the God of Gold to precipitate gold from the electronic currents of the sun. The presence of this metal in the earth is essential to the balance of the forces of nature and the physical body of man.
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Nature, God of.”