Surya
Surya es un ser cósmico de Sirio. Él blande el enorme poder de la Estrella Divina para las evoluciones de la Tierra. Su llama es de un intenso azul teñido de blanco.
Surya aparece en la mitología y la religión de la India como el Sol así como el Dios Sol. La palabra sánscrita surya proviene de la raíz sur o svar, que significa «brillar».
Traditional Indian beliefs
Durante el período medieval de la India, los devotos de Surya formaban una de las cinco sectas principales. La veneración a Surya estaba a la par de la veneración a Shiva, Shakti, Vishnú y Ganesha. La importancia del Dios Sol Surya es evidente en los himnos védicos y la mitología hindú. El canto Gayatri del Rig-Veda identifica a Surya con la Trinidad hindú. El himno está dirigido al sol y asocia a Brahma con el sol de la mañana, a Shiva con el sol del mediodía y a Vishnú con el sol de la tarde. La veneración a Surya se menciona repetidamente en el Ramayana, la épica más antigua de la literatura sánscrita. Tras ofrecer una oración a Surya, Rama vence a su enemigo con facilidad.
Surya es representado tradicionalmente sentado en un loto sobre un carro de oro tirado por siete caballos, o por uno solo con siete cabezas. Cruza el cielo observando los buenos y los malos actos tanto de mortales como de inmortales. El carro de Surya se representa habitualmente con tan solo una rueda. Esta única rueda se considera símbolo del recto sendero de la justicia que él mantiene. El auriga es la deidad del alba, que monta delante de Surya, utilizando su cuerpo para proteger al mundo de los rayos brillantes de Surya.
Un mito hindú cuenta que el dios sol Surya se casó con la hija del arquitecto celestial de los dioses. Encontró la radiación de Surya insoportablemente fuerte y huyó. Surya persiguió a su esposa y tras una larga búsqueda, la encontró. Una vez reunidos, el arquitecto de los dioses volvió a formar a Surya con el fin de que su esposa fuera capaz de seguir con él. Cantando alabanzas al dios sol, el arquitecto cortó su excesiva radiación, manteniendo intacta una parte de su gloria original en forma esférica. Del exceso de radiación creó armas para varios dioses, como el tridente de Shiva. Surya siguió siendo resplandeciente a pesar de su cambio. Él y su esposa tuvieron muchos hijos. El mayor, Manú Vaivasvata, es en la tradición hindú el progenitor de la raza humana. Nosotros conocemos a Manú Vaivasvata como el Manú de la quinta raza raíz.
Uno de los templos más conocidos que está dedicado a Surya es el colosal Surya Deula (Templo del Sol), en Konark, en el estado de Orissa (India). Este templo de cien pies de altura con su salón está diseñado con forma de un gigantesco carro llevado por doce ruedas de piedra labrada y tirado por siete caballos de piedra. Actualmente la veneración a Surya como la deidad suprema se limita a una pequeña secta, pero en todo templo hindú hay una imagen de Surya.
El ser cósmico
Los maestros ascendidos enseñan que el Dios Surya es el jerarca de la Estrella Divina, Sirio. Esta estrella es la más brillante del firmamento y es la sede del Gobierno Divino para este sector de la galaxia. Sirio (conocida por el mundo exterior como la «estrella perro») es conocida por los astrónomos como una estrella binaria de la constelación del Can Mayor. Sirio A, la más brillante, es una estrella azul y blanca, veintitrés veces más brillante que nuestro sol. Sirio B es una enana blanca que no es visible a simple vista. En el girar del sol menor alrededor del mayor vemos la devoción del chela Cuzco por el gurú Surya.
En un sentido espiritual, todos procedemos de Sirio. Es nuestro punto de origen y nuestro hogar al nivel más profundo de nuestro ser. Como dijo Jesús: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros»[1]; por ello entendemos que en verdad existe una mansión, un castillo de luz en Sirio, nuestro hogar primordial del que nos marchamos hace tanto. Surya dice: «Muchos de vosotros provenís de la Estrella Divina y la consideráis como vuestra sede, habiéndoos ofrecido a servir con los ángeles de Sirio y a entrar en estas octavas de maya»[2].
Refiriéndose a la Estrella Divina, Sanat Kumara dijo en 1979:
Cuando hablamos de la Estrella Divina, hablamos de un plano de conciencia donde la vida se ha acelerado hasta la perfección etérica y hasta las octavas de luz más allá de las frecuencias más elevadas que aún están dentro del ámbito de lo que se denomina Materia. Los planos del cielo más allá de los planos del tiempo y el espacio son exaltados en la Estrella Divina a través de la conciencia Divina del gran ser conocido como Surya. Surya, el Gran Gurú, y su chela, el maestro ascendido Cuzco, son las divinidades que animan estos dos puntos de luz que se mueven como uno solo, como Alfa y Omega en una polaridad positiva-negativa[3].
Servicio de Surya
Desde la Estrella Divina, Surya mantiene el equilibrio de las fuerzas naturales en la Tierra. Le ayuda el maestro ascendido Cuzco, cuyo retiro etérico se encuentra en Viti Levu, en las islas Fiyi, en el sur del Pacífico. Este retiro corresponde a la jerarquía de Sirio. Cuzco realiza viajes entre la Tierra y Sirio para informar a los veinticuatro ancianos y al Dios y la Diosa de la Estrella Divina.
Surya está muy involucrado con el Señor Jesucristo en el juicio de los ángeles caídos. Ha prometido colocar su Presencia Electrónica allá donde nos encontremos y allá donde se encuentren los ángeles caídos en toda la faz de la Tierra. Usted puede visualizar a este poderoso ser, Surya, en cualquier parte sobre la faz de la Tierra, sentado en la postura del loto como un gran Buda de luz.
Con respecto a los problemas que parezcan imposibles de resolver, haga una novena dedicada a Surya, utilizando su decreto[4]. La respuesta será una penetración muy profunda en su ser y mundo. Aunque los resultados puedan necesitar de tiempo para manifestarse, la liberación es grande y, sin embargo, algunas veces casi imperceptible por producirse en niveles tan profundos del ser.
En 1989, Surya habló de nuestro hogar en la Estrella Divina, y dijo:
Afirmo el origen de los hijos y las hijas de Dios en el punto de la Estrella Divina, Sirio. Afirmo ese foco del Gran Sol Central como un punto de origen de muchos que en este momento están en la escuela de la Tierra. Así, vengo a reforzar la Orden de la Rosa Azul de Sirio y a recordaros a todos vosotros vuestra lealtad a la Orden del Primer Rayo.
Y así, deseo capacitaros para que entendáis cómo el amado El Morya, Hijo de Sirio, devoto de la voluntad de Dios, es el señor del primer rayo con razón; siendo tal razón, amados, que él permanece en la Tierra para preparar en el sendero del discipulado a quienes descendieron de esa Estrella Divina y necesitan afilar la mente, el alma, el corazón y el cuerpo de los deseos de acuerdo con un sendero de devoción y servicio, de acuerdo con una verdadera actividad de la mente Géminis de Dios que, verdaderamente, tiene su fundamento en esa voluntad, esa santa voluntad, que es la red de luz del plan divino.
Si podéis visualizar la compleja forma geométrica de la Tierra, de una esfera, comprended que vuestra congruencia con ese patrón esférico es lo que os eleva a la vibración de Sirio, que se convierte en la puerta abierta hacia la pureza de Sirio y en la puerta abierta hacia el regreso a ese hogar de luz.
Esta es la llamada que os enviamos, pues, a vosotros que comenzáis a recordar que sois peregrinos de paso por la escuela de la Tierra y que en nuestra estrella de luz tenéis hogares realmente de una gran magnificencia. Os marchasteis de allí y dejasteis atrás grandes palacios y la era de oro perpetua y la evolución con oleadas de vida que tienen un contacto constante con sus instructores…
Por tanto, alinearos con la Estrella Divina. Por este motivo los amados Astrea y Pureza han establecido este arco entre la Estrella Divina y la Tierra.[5] Sugiero que os toméis un momento, cuando nuestra Estrella Divina os sea visible, para mirar al Sol Central y hacer el mantra «YO SOY Alfa y Omega… YO SOY Alfa y Omega en el núcleo de fuego blanco del Ser».
¡Benditos, el mantra para que nos afirméis allá donde os encontréis como «¡YO SOY EL QUE YO SOY el Dios Surya y Cuzco en mi corazón, alma y mente!» nos dará la capacidad de afianzar en vosotros estas corrientes! Hay rayos que descienden y esos rayos son esenciales en el desarrollo de la espiritualidad de las almas y sus chakras[6].
El Poderosa Águila Azul de Sirio
► Artículo principal: Poderosa Águila Azul
The mighty Blue Eagle is a formation of blue-lightning angels who come from Sirius to assist Archangel Michael in his work on behalf of the evolutions of this solar system. When you study the components of the mighty Blue Eagle, you will see that every feather and part is a blue-flame angel. It is a vast formation that fills the starry heavens.
Véase también
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 2, “Surya”.
- ↑ Juan 14:2-3.
- ↑ Surya, “Turning Points in the Earth (Puntos de inflexión en la Tierra)”, Perlas de Sabiduría, vol. 37, núm. 36, 4 de septiembre de 1994.
- ↑ Elizabeth Clare Prophet, La Apertura del Séptimo Sello, capítulo 29.
- ↑ Decreto 10.13 en Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Oraciones, Meditaciones y Decretos Dinámicos para la transformación personal y mundial.
- ↑ Astrea y Pureza, Perlas de Sabiduría, vol. 32, núm. 18, 30 de abril de 1989.
- ↑ Surya, Perlas de Sabiduría, vol. 32, núm. 19, 7 de mayo de 1989.