Catedral de la Llama Violeta
El 11 de octubre de 1975, en San Francisco, el Arcángel Zadquiel anunció la transferencia de la Catedral de la Llama Violeta desde los sacerdotes y sacerdotisas del Planeta Violeta. El dijo:
En este momento está siendo transportada por huestes angélicas, que llevan esta gigantesca catedral para colocarla en el plano etérico de la atmósfera de la Tierra para la consagración de la llama violeta y como otro punto de concentración para las almas que deseen ser libres de frecuentarla mientras su cuerpo duerme por la noche. Y por tanto, la Catedral de la Llama Violeta está colocada en el corazón de las montañas Rocosas, en conmemoración a la luz de la libertad del Regente del Planeta Violeta, Omri-Tas, que responde a las llamadas de las hombres y las mujeres que buscan la luz de la libertad pero que no conocen la llama violeta. ¡Salve a los hijos de la luz! ¡Salve a los elementales! Porque ellos también están invitados a entrar en la Catedral de la Llama Violeta para ser saturados con esa luz, para ser depurados de todas las cargas de los planos de la conciencia humana…
Los focos de luz de esta Catedral son las joyas de los cristales de amatista y violeta de muchas variedades, que también sostienen la acción de la llama violeta. Y estos cristales no son nativos de la Tierra, sino que provienen del Planeta Violeta como especímenes de lo que allí se forma como la cristalización de la mente Crística…
Acordaos de entrar en la Catedral de la Llama Violeta. Encontraréis a ángeles de la llama violeta que allí cuidan, cuidan de la llama del fuego sagrado; y también encontraréis en el altar, el altar central, un foco de jade, el regalo del Ángel Deva del Templo de Jade, que está colocado ahí como la ofrenda de curación para aquellos que vengan para que su sustancia sea transmutada. Un foco de jade, jade curativo, para la eliminación de la causa y el núcleo de ese pecado y esa lucha que produce la enfermedad en la mente, en las almas, en los cuerpos.
Y también veréis a ciertos ángeles, doce en número, que vienen del Templo del Ángel Deva. También veréis un arco de luz desde ese templo en China hasta el templo en Norteamérica. Y si sois afortunados en la llama de la Verdad viva, también encontraréis al Ángel Deva allí, oficiando ante el altar con los ángeles de la llama violeta.
So I have come in the midst of the judgment to tell you of this gift of the priests and priestesses of the sacred fire. So make your way to the Cathedral of the Violet Flame and be blessed as you carry that flame north and south and east and west.[1]
See also
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “The Cathedral of the Violet Flame.”
- ↑ Archangel Zadkiel, “The Cathedral of the Violet Flame,” October 11, 1975.