Llamado
n. Una exigencia, una reclamación, una solicitud u orden de venir o estar presente; una solicitud pidiendo algo; el acto de convocar al Señor, o la convocación del Señor a su descendencia. «Mas el Señor Dios llamó a el hombre y le dijo: ¿dónde estás tú?» (Génesis, 3:9). «De Egipto llamé a mi hijo» (Mateo 2:15).
Llamar: v.t. hablar en voz alta y articulada a fin de ser oído en la distancia; hacer retornar de la muerte o plano astral; por ejemplo: «¡Lázaro, levántate!»; pronunciar en voz alta y articulada; anunciar o leer en voz alta o con autoridad.
El llamado es el medio más directo de comunicación entre el hombre y Dios, y entre Dios y el hombre, que se usa frecuentemente en casos de emergencia; por ejemplo: ¡Oh Dios, ayúdame!, ¡Arcángel Miguel, toma el mando!
El lema del iniciado es: «El llamado exige la respuesta». «Me invocará y yo le responderé » (Salmos 91:15). «Invocaban al Señor y él les respondía» (Salmos 99:6).
Véase también
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, La Ciencia de la Palabra Hablada.