Planeta Violeta

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El Planeta Violeta es un planeta de la edad de oro en el nivel etérico cuyas evoluciones han servido e invocado la llama violeta durante eones. Los millones de habitantes incluyen 144.000 sacerdotes y sacerdotisas del fuego sagrado, quienes atienden la llama violeta día y noche y realizan ceremonias y rituales de la llama violeta en miles de altares. Omri-Tas es el Regente del Planeta Violeta.

Las evoluciones del Planeta Violeta han prestado servicio a la llama violeta durante eones y usan esta llama para cuidar de todas las necesidades de la vida diaria: limpiar sus casas, cuidar y purificar el planeta e incluso bañarse y lavarse con ella. Las tareas domésticas las realizan ángeles y elementales de llama violeta, algo que permite a la gente seguir el sendero del adepto y prestar servicio en otros hogares planetarios.

Un templo en el Planeta Violeta

Omri-Tas describe uno de los templos de su planeta:

He aquí, oh planeta Tierra, nuestro amor se derrama sobre vosotros desde el corazón del gran Planeta Violeta. Yo, Omri-Tas, estoy ahora en el centro del poderoso estanque de luz. Os lo describiré para que conozcáis la hermosura de sus maravillas. Este estanque tiene setenta pies y es circular. Hay un agua reluciente, magnífica, de color amarillo, que destella como chispas eléctricas a través del centro de este estanque. Hay siete escalones circulares que conducen hasta él. Hay siete columnas a su alrededor. Estas son de mármol blanco y se elevan a gran altura en la atmósfera. El pabellón es, naturalmente, circular y de su centro se derrama un hermoso flujo de llamas estrelladas. Este estanque, pues, que mora en el Planeta Violeta, está en el centro de un gran anfiteatro donde los sacerdotes se reúnen cuando hacemos las invocaciones sagradas.

He querido describiros esto para que podáis recibir algo del lugar desde donde hablo y podáis daros cuenta de las maravillas de una civilización que está libre de comercialización, de discordia, de desunión y de todas esas causas concomitantes de aflicción…

Ahora estoy sobre un pequeño y blanco estrado circular erigido en el centro de este estanque y veo bajo mis pies esta agua reluciente, hermosa, magnética, de color amarillo, que destella con tal iridiscencia y maravilla que es difícil encontrar palabras en vuestra lengua para describírosla…

La plataforma de mármol que se extiende hasta rodear este hermoso templo de luz de bóveda central es de un color naranja pálido. Tiene engastadas muchas piedras blancas esparcidas por su superficie, y el efecto en conjunto es algo magnífico de ver. Muchos de los sacerdotes de nuestra hermandad, aquí, en el Planeta Violeta, ahora encienden unos canastillos… llenos de una forma especial de energía electrónica que emite una corriente de luz violeta de tal forma que resalta todo el cielo y la atmósfera alrededor del templo.

El color del cielo que se ve en nuestro planeta no es violeta en realidad, es azul como el vuestro. Pero para crear la atmósfera adecuada en este escenario al aire libre utilizamos un campo energético especial, electromagnético, que hace que incluso a plena luz del día podamos proyectar de estos canastillos, concentrados alrededor de la zona central de nuestro templo, un color radiante violeta que llena toda la atmósfera.

El efecto del violeta reflejado en el relumbrante estanque amarillo es algo magnífico de contemplar. Pero hay un fin espiritual que este magnífico símbolo transmite. Porque hay un campo energético electromagnético especial que late desde el agua hasta lo más alto de la torre y ello nos capacita para amplificar la llama violeta de tal manera que, a lo largo y ancho de nuestra tierra, los hogares de toda la gente en este planeta reciben una carga de fuego violeta de forma muy parecida a como vosotros transmitís vuestra corriente eléctrica por cables conductores. Nuestra gente puede entrar en contacto con este fuego violeta y utilizarlo en instrumentos especiales para peinarse, lavarse y, de otras formas, limpiar sus casas[1].

La edad de oro en el Planeta Violeta

Omri-Tas ha desvelado que las evoluciones del Planeta Violeta en un tiempo se acercaron a una crisis parecida a la que actualmente afronta el pueblo de la Tierra.

It was in that hour (when some of you were even a part of our evolutions) that the then Lightbearers of our system did rally to our call. Circumstances were similar to those you now have upon this earth, with fallen angels moving among the people and leading them astray, pursuing their divide-and-conquer tactics, blurring the issues, deceiving the elect of God.

There was a rallying by the then representative of the Divine Mother, who moved in the midst of our people. And that one did appeal to their hearts, and the message was transmitted round that planet until all servants of God were galvanized, even by the power of her heart and the Great Central Sun Magnet. They were quickened, almost as though they were suddenly in another dimension, and they awakened to the urgency of the hour! Beloved, they responded before even greater odds than you face today. They turned the tide with the violet flame.

Escucharon la llamada de hacer invocaciones en los altares de todo el planeta. Hubo una saturación del cuerpo planetario con la llama violeta. Esa saturación, por tanto, hizo salir a los ángeles caídos, que entonces pudieron ser atados por las legiones de luz y retirados… Pasamos a una era de oro porque hubo unos pocos que respondieron, y hoy ese planeta se mantiene en esa era de oro debido a que la gente no ha perdido el recuerdo de aquello que casi fue un holocausto planetario[2].

Véase también

Omri-Tas

Notas

Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Omri-Tas”.

Perlas de Sabiduría, vol. 34, núm. 65, 15 de diciembre de 1991.

  1. Omri-Tas, 6 de julio de 1963.
  2. Omri-Tas, “A Violet Flame Sea of Light (Un mar de luz de llama violeta)”, Perlas de Sabiduría, vol. 34, núm. 26, 24 de junio de 1991.