Dios Tabor
El maestro ascendido Dios Tabor, el «Dios de las Montañas», gobierna las cordilleras de Norte y Centroamérica. El Dios Tabor mide ocho pies de estatura y su fragancia es la esencia de pino. Trabaja de cerca con el Dios del Oro.
Meeting God Tabor
En Ascended Master Discourses (Discursos de maestro ascendido), la maestra ascendida Pearl habla de su encuentro con el Dios Tabor, cuando estaba encarnada, habiendo ido a Table Mountain con Rex, Nada y Godfre:
«Me sentí impulsada a alejarme un poco, sola, y allí, ante mí, estaba este gran ser majestuoso, el Dios Tabor.
Cuando me habló, me di cuenta (en un destello de sentimiento) de que todos estábamos siendo dirigidos por una poderosa inteligencia, vestida con una resplandeciente forma de luz. Quiero deciros, queridos, que Ciclopea, Arcturus, el Dios Merú, el Dios Tabor y el Dios Himalaya son seres que, cuando se los contempla por primera vez, casi llegan a parecer aterradores por su majestuosidad, su belleza, la intensidad de su luz y la perfección que ellos son. Sin embargo, con todo ese poder grande y maravilloso, son tan suaves como una madre con su hijo a quien ama más que a nada en el mundo. Cuando es necesario, como un destello de relámpago, su ilimitado poder puede ser emitido, lo cual es para realizar un servicio determinadoCite error: Invalid
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Vida elemental
El Dios Tabor está muy preocupado por la carga que hay sobre la vida elemental. Él dice:
Llamad a Helios y Vesta para que aparezcan. Pedid mi manto, el manto del Dios Tabor. Sabed y entended, amados, que cuando curáis a los elementales y los lleváis a que comprendan cómo pueden algún día recibir el cáliz de la llama trina, esto verdaderamente supone el mayor regalo que jamás podríais dar a la vida elemental.
Amados, todos estáis muy ocupados. Los Señores del Karma están ocupados. Los jerarcas están ocupados, todos tienen tantas cosas que hacer. Pero debéis deteneros y decir: «No podemos descuidar a la vida elemental. Realmente debemos servir a la vida elemental y llevarla al punto en el que pueda de nuevo creer en sí misma y pedir su llama trina».
Si los elementales creyeran que pueden ganarse la llama trina, trabajarían diligentemente con vosotros. Pero en algunos casos han perdido toda esperanza de recobrar esa manifestación. Así, como sabéis, los elementales abandonan la pantalla de la vida para no volver jamás, pues no tienen esa llama trina.
Sometimes it is nice to go into the forests and the mountains throughout the world to see the scenery. As you do this, always remember the four kingdoms of elemental beings and consider what you can and shall do with them and for them.[1]
The “lonely ones”
In 1964, Tabor said:
I come to you tonight to speak to you primarily of the “silent ones,” those souls that have drawn apart at various times in their lives to commune in the quiet places of the world with the power that was derived from their eternal source. The world is enrichened by countless numbers of these blessed souls....
Therefore, precious ones of the light, those who are with me, the Gods of the Mountains, desire to expand in your consciousness a new sense of the “lonely ones.” “Come apart. Come out from among them and be ye a separate people,” saith the LORD thy God. So long as you are of the world you cannot be of the immortal kingdom. Ultimately, one by one they shall all step forth and be counted in the ranks of God. Now as the lonely ones, one by one in your various communities, not desiring to be thought wise of men but seeking an eternal city of God, as Augustine, the saint of old, you shall pursue your divine destiny.[2]
Retreats
► Main article: Tabor's retreat in the Rocky Mountains
Tabor has a retreat in North America’s Rocky Mountains.
Tabor is also the hierarch of a new retreat, opened on April 14, 1968, in the front range of the Rocky Mountains above Colorado Springs. This focus of the will of God forms an arch of blue flame from the Temple of Good Will in Darjeeling. From his retreat, Tabor radiates the protection of the first ray through the mountain ranges in North and Central America.
Before coming to the Americas, Tabor was hierarch of the retreat at Mount Tabor in the Holy Land.
See also
Sources
Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “God Tabor.”