Dos Hombres Que Se Pusieron Junto a Ellos Con Vestiduras Blancas

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The ascension of Jesus, John Singleton Copley (1775). The two men who stood by as Jesus ascended are depicted here as angels.

Los Dos Hombres Que Se Pusieron Junto a Ellos Con Vestiduras Blancas se mencionan en la Biblia al lado de Jesús cuando éste «fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos»Cite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content. Se aparecieron a los discípulos y prometieron que los que lo habían visto ir al cielo también lo verían venir de igual manera.

La ascensión de Jesús

Estos dos testigos son emisarios de Lúxor. Están «junto a» ellos para concentrar la luz de Alfa y Omega en la ascensión de los hijos y las hijas de Dios. Sus vestiduras blancas son la condensación de la llama de la ascensión. Estos dos maestros han explicado su papel de asistir a la ascensión de Jesús de la siguiente forma:

La razón por la que dos de nosotros fuimos a asistir a la ascensión de Jesús desde Lúxor fue para poder sostener por él, en la manifestación exterior, incluso en la octava física (motivo por el cual nuestros cuerpos fueron bajados hasta ese nivel), el foco de Alfa y Omega, el foco del caduceo, porque la llama de la ascensión es la plenitud de la luz del Padre, la Madre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Por consiguiente, asistimos a su ascensión, tal como los que reciben la ascensión en el Retiro de la Ascensión reciben el ministerio de dos ayudantes que los protegen cuando se unen a la columna de fuego en elevación sobre el altar y el sagrado estrado. Fue, pues, un esfuerzo de la jerarquía, aunque jamás eclipsaríamos el logro del amado Hijo de Dios, porque verdaderamente la totalidad de su conciencia inmersa en el Creador de la Vida era una maravilla de maravillas hasta para nosotros, que muchas veces somos testigos de almas que ascienden.

Sin embargo, igual que los ángeles permanecieron en la tumba mientras él resolvía la llama de la resurrección y la victoria sobre la muerte, la Ley exige que se mantenga el equilibrio. Y recordaréis que David Lloyd recibió la copa del ahora maestro ascendido Godfre, y os daréis cuenta de que el propio Godfre era el punto de concentración de la luz blanca. Y estuvo con nosotros, que estábamos en los niveles internos, protegiendo la matriz mientras este hijo de Dios pasaba desde el plano de la Materia al del Espíritu.

Y por eso cuando más aprendáis sobre los funcionamientos internos de la jerarquía, más comprenderéis que, en verdad, el sendero de iniciación es un esfuerzo conjunto de siervos ascendidos y no ascendidos del AltísimoCite error: Invalid <ref> tag; refs with no name must have content.

The Ascension Temple

Normalmente los candidatos a la ascensión viajan a Lúxor para realizar los últimos preparativos para la ascensión al final de su última encarnación. Algunos esperan cierta cantidad de horas, días, semanas, meses o años antes de recibir la oportunidad de realizar la ascensión desde los niveles internos.

Sin embargo, a otros que han servido a la jerarquía y saldado más del 51 por ciento de su karma, y que han estado asociados con el mantenimiento del equilibrio de cierta zona geográfica o con la transmutación de ciertas condiciones de gran oscuridad de civilizaciones antiguas, se les ha asignado la realización de la ascensión desde el mismo lugar en el que pasaron sus últimos días. Esto, por ejemplo, ocurrió con la Virgen María, Clara Louise Kieninger y el mensajero Mark L. Prophet, cuyo registro de la ascensión permanece afianzado sobre la zona de Pikes Peak, en Colorado.

Serapis Bey revisa periódicamente los registros de los chelas de muchos de los maestros ascendidos que sirven a las evoluciones de la Tierra. Cuando algún estudiante ha manifestado cierta alquimia de logro, Serapis informa al Guardián de los Pergaminos y a otros maestros ascendidos en Lúxor de que tales personas pueden recibir la marca de candidatos a la ascensión. Esta marca es una flor de lis blanca, una insignia que es un foco de fuego blanco de la llama de la ascensión.

Esta insignia es reconocida por todas las huestes ascendidas, los ángeles y elementales, y el que se la ha ganado recibe una extraordinaria ayuda de los miembros de la Gran Hermandad Blanca. Todos los que se encuentran en las octavas del Espíritu se esfuerzan por vigilar y rezar por los que se están haciendo camino hacia el sendero de la ascensión. Existen candidatos a la ascensión en muchos países de la Tierra y la mayoría están conectados con las disciplinas del camino de Cristo o las del camino del Buda; dos senderos que proporcionan, por encima de todos los demás, un perfil de cómo se vive y se camina correctamente con Dios.

Estos dos maestros hablan de su servicio en Lúxor:

We also hold classes in the weaving of the seamless garment, and you would be surprised how many times the initiates must start again and again because of the unevenness of the forcefield of the lines and the threads—the very threads themselves representing the consciousness, the thoughts, the feelings. Thoughts are the warp, feelings are the woof, and the fire of the etheric body is the smoothness of the cloth that is to drape as a forcefield of auric protection around the physical body and all of the bodies.

Some of you who have taken sewing classes who have found yourselves sewing and then undoing and then sewing and then undoing can well understand that this is the patience that is required when working on the seamless garment. And you see, the masters of the Ascension Temple have a very sharp eye for the quality of the garment and they never, never let pass an imperfection in the weave.[1]

The path of the ascension

These masters point out the importance of attention to the details of life on the path of the ascension:

Realize, then, that the path of the ascension is nothing but detail. It is the disciple who has the consciousness of detail, who leaves no stone unturned, who will discipline the self, who will realize that it is the small victories inch by inch won in consciousness that make the final victory, just as the raindrops one by one make the streams and rivers of life.

As you approach, then, the mastery of the secret rays from the mastery of the seven rays, realize that you are coming nearer and nearer to the fiery core of your ascension. In the seven rays of mastery you are concerned with conquering the world and forging the pathway of light. But the secret rays demand the very delicate awareness of threads and lines, and crisscrossing of threads and lines, for this is truly the weaving of the seamless garment....

And so the Path continues, the pilgrims continue on the Path, and we watch and we wait. And there will come a time when those of you who have now felt this fire in your heart and who feel it continuing to burn—there will come a time when two of us, whether ourselves or others who serve in twos from the Retreat of Luxor, will come to you, perhaps a decade, perhaps more, before your ascension to assist you in the flow of the currents in your physical, emotional, mental and etheric bodies.[2]

Sources

Mark L. Prophet and Elizabeth Clare Prophet, The Masters and Their Retreats, s.v. “Two Men Who Stood by in White Apparel.”

  1. Ibid.
  2. Ibid.