Ángel de la Gracia de la Escucha
El Ángel de la Gracia de la Escucha pertenece a un grupo de ángeles que ha acudido a servir las necesidades de la humanidad en esta hora.
YO SOY un ángel de la gracia de la escucha, una presencia de sabiduría divina, el Espíritu de Dios que se acerca a la humanidad en la hora de la superación. Soy uno de muchos que han sido enviados con la flamígera presencia de la ley del amor para servir las necesidades de la humanidad en el momento en que ésta busca conocer la Verdad, el porqué del ser, la razones de la vida…
Acudimos con la flamígera presencia del Ser Único cuyo Espíritu, cuya esencia, se acerca a la llama del corazón y a las almas de la humanidad. Somos ángeles del Espíritu Santo, ángeles de la Presencia, la mismísima esencia de la vida. Venimos en cantidades innumerables, porque la necesidad es grande. Grande es el deseo que Dios tiene de presionar el ser y el alma de la humanidad en el molde de la realidad interior. Y así, os instamos; y así, os hablamos al oído interno la palabra de aliento, de esperanza, instando al alma a que busque aquello que merece la pena…
Somos ángeles del fuego sagrado. Conocemos los pensamientos, los sentimientos, los niveles de conciencia casi infinitos en la forma finita. Vemos cómo las capas y más capas y más capas del ser del hombre deben ser definidas y las capas oscuras extraídas con fuego. ¡Sólo el fuego de Dios puede resolver el dilema de esta época! Sólo el fuego de Dios puede llegar como un rayo fino, cual aguja, para penetrar en la Tierra y en la conciencia de la humanidad y para retirar aquellos elementos que son las energías de los aguafiestas, que estropean el tonel de la conciencia humana.
Por tanto, poned vuestra esperanza en la eterna Presencia y comprended que esa Presencia posee la plena capacidad dentro de la ley del cosmos de individualizarse como ángeles de la gracia de la escucha, ángeles del ministerio y el servicio, ángeles de las legiones de la jerarquía cósmica. Así pues, somos la Presencia y la ayuda muy presente. Y así, como flamígeros espíritus de fuego, podemos ser los refinadores del electrodo y la red de la conciencia. ¡Podemos pasar por la densidad de la conciencia y reunir las moléculas para que realicen el trabajo perfecto de alineamiento de vuestro ser! ¡Podemos reunir la energía del electrón! ¡Podemos reunir la energía de la célula para curaros con plenitud![1].
Notas
Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, Los Maestros y sus Retiros, Volumen 1, “Ángel de la Gracia de la Escucha”.
- ↑ Ángel de la Gracia de la Escucha, “In the Hour of Overcoming (En la hora de la conquista)”, Perlas de Sabiduría, vol. 19, núm. 47, 21 de noviembre de 1976.